miércoles, 5 de septiembre de 2012



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Estoy cerca de cumplir años y voy a realizar un ritual para agradecer por todas las vivencias que he tenido hasta ahora, pues todas, buenas y malas me han servido para llevar a cabo con la misión que tengo. También para darle la bienvenida a un nuevo ciclo lleno de gracia divina. Es un ritual donde me regalo y felicito por mi estadía aquí en este plano. Ahora, quiero compartirlo con cada uno de ustedes para que también lo hagan en el día de su cumpleaños y sientan la felicidad de haber elegido venir a realizar sus aportes y experiencia.

Festejar nuestro cumpleaños es sumamente importante. Es el final de un ciclo y el comienzo de otro. Es momento para cerrar lo que necesite ser cerrado y para planear lo que haremos con esos 365 días que tenemos por delante.

El ritual es el siguiente:

Un día antes de tu cumpleaños, debes prepararlo todo. Necesitarás un regalo para tus padres o las personas que cuidaron de ti cuando eras pequeño. Algo pequeño, no costoso, inclusive puede ser un escrito para ellos, agradeciéndoles su papel en tu vida y cualquier otro sentimiento que quieras agregar. Si tus padres no están en este plano, igual lo harás. El detalle queda a tu libre elección. Si eres mujer, compra flores que te gusten, si te las regalan mejor. Si eres hombre, compra una planta de ruda.

Compraras dos velas pequeñas, a una le escribirás la palabra. Pasado y a la otra la palabra Futuro. Los colores de las velas serán de acuerdo a tu signo zodiacal. En una libreta o papel en blanco, anotaras todo lo que deseas para el año que comienza. En otro papel aparte, anotaras todo lo que no deseas que continúe en tu nuevo año (un mal amor, un empleo no deseado, una enfermedad, un mal hábito, etc.)

El día de tu cumpleaños, por la tarde, convoca a tu familia y amigos a tu torta de cumpleaños. Es necesario que en ese momento entregues los regalos a tus padres o a quienes amorosamente te cuidaron. Si no están vivos, lo colocaras en la mesa junto a la torta. Las flores o la planta, segun el caso; debe estar en la mesa donde esta la torta. Recuerda que el agradecimiento nos acerca a la divinidad. También es importante que coloques las dos velas en la torta. Con una de las velas, la que dice la palabra Pasado, enciende el papel en el que anotaste lo que ya no quieres llevar al año que comenzarás. Una vez hecho esto, apágala con un soplido (éste es el único hechizo en el que la apagamos así). Esta vela deberás enterrarla en una maceta, para que la tierra recicle la energía. Puedes hacer lo mismo con la ceniza de los papelitos. Ahora, pide los tres deseos que tienes preparados mientras observas la llama de la vela, la que dice la palabra Futuro, que quedó prendida. Esta vela deberás apagarla con apaga velas, sin soplar, una vez que termines de pedir tus deseos, y canten el Cumpleaños, guardarla para quemar tus papelitos del próximo año. Esta será la vela del pasado el próximo año.

Una vez pasado el cumpleaños, tienes 52 días nuevecitos para crear un nuevo año a tu medida. Son 52 días de gracia en los que, como recién nacido, todo funciona para ti a la perfección. Aprovéchalos bien, realiza planes por escrito de lo que piensas hacer en tus próximos 365 días nuevos y ponlos en acción. Por ultimo, cumplir años debe ser para ti una felicidad, no una tortura, ni un camino directo a la vejez y la muerte, porque entonces estarias perdiendo la belleza del vivir.

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