domingo, 10 de enero de 2010

AMISTAD VERDADERA.

* Publicado por LYDIA CECEÑA IBARRA



La amistad verdadera, si viene de Dios es porque conduce a Dios. Nadie sabe a ciencia cierta el ¿CUÁNDO, CÓMO Y DÓNDE? se da exactamente la amistad.

¿Cuándo viene a mí como regalo?
¿Cómo hay que agradecerla y cultivarla?
¿Dónde hay que compartirla?

Por eso, la amistad no se limita al tiempo y al espacio de la historia humana, sino que es capaz de romper estos parámetros y fronteras geográficas llevando a las personas a trascenderse, más allá de lo que son capaces, creando una auténtica amistad entre hombres y mujeres de toda raza, lengua, pueblo y nación...
(Apoc. 5,9).

Amigos de siempre…son esas personas que supieron que hay que valorar la amistad como las plantas…ir plantandola, regandola, cultivandola…eso es una relación…no una planta llamada cactus que “no hay nada como regar nada…”

hora podremos comprender lo que dice un pensamiento anónimo:
"Las distancias no deben separar a los amigos, porque la amistad es el puente de Corazón a Corazón"

Comprender la amistad así, nos dará la certeza de poder construir un mundo de justicia y de paz, una sociedad más humana en la que se promueva la dignidad de las personas, NO a costa de intereses egoístas e indiferentes a los intereses de los marginados, desposeídos y desprotegidos. Pedir al Autor de la Vida Amistad, que nos haga ser auténticos Amigos en Él y con Él, para cooperar con su Hijo Jesucristo en la redención y salvación del mundo, realizando desde nuestra vocación concreta a la que hemos sido llamados, y por la cual hemos optado libre y conscientemente hasta el final de los tiempos, esto sí que será garantizar una calidad humana y cristiana en nuestras relaciones de Amistad con Dios y con los hombres de cada generación futura, agradeciendo la pasada y viviendo la presente en plenitud de vida y amor.

AMIGOS PARA SIEMPRE ¡QUIEN TIENE A DIOS POR AMIGO LO TIENE TODO!

Por ser difícil aun cuando todos te abandonan, por pobre malo, mentiroso, etc.
Continua al lado del otro y demuéstrale lo importante que es para ti.
Hazle sentir que su secreto esta en el fondo de tu corazón y no saldrá ala luz.
Da lo único que posees si es posible cuando el otro lo necesite.
Aun podrías describir con tus propias palabras que es amistad para ti quizás lo modifiques lo enriquezcas con tus propias palabras.


No hay nada, más importante, que cultivar
la amistad con Dios.

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