Él lo espera siempre al salir de la escuela
y camina a su lado cual si fuese un soldado.
Su amistad es sincera,es fiel como ninguno,
vive por su alegría ,muere por su tristeza.
El niño cuando juega alegra a su cachorro,
el cachorro se entre a los juegos del niño.
Así todos los días y también por las noches
donde a sus pies se echa para velar sus sueños.
En los ojos traviesos del pequeño Emanuel
se esconden aventuras que comparte con él.
Pero hubo un día en que alguien el perro se llevó
y el niño a consecuencia gravemente enfermó,
sin que nadie pudiera curar su almita triste.
Preocupados sus padres intentaron hallarlo
con vano resultado porque no apareció.
Volvió a la escuela el niño,aún con la tristeza
reflejada en sus bellos ojitos color miel,
buscando en cada equina encontrarse con él,
angustiado sintiendo que no podía ser.
Así un día cualquiera al salir de la escuela
su corazón de nuevo volvió a latir feliz.
Allí como era entonces el perro lo esperaba,
y corría a su encuentro lamiéndole la cara.
Lo abrazó fuertemente.¡Otra vez a su lado!!
¡¡Aquí estaba su amigo,cuanto lo había extrañado!!!
Ynuevamente juntos recorren esas calles
disfrutando sus juegos ,el perro y Emanuel.
Inés Wibratt.
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