Aclarando Nuestra Relación Con El Dinero
Por Patricia Diane Cota-Robles
¿Y tu cómo vives tu relación con el dinero?
En el principio, nuestro Dios Padre-Madre nos dio todo lo que necesitábamos para sostener con facilidad nuestros cuerpos físicos durante nuestra travesía terrenal. Se nos dio la brillantez del Sol, aire fresco, agua, comida y materiales de los cuales construir refugios y hacer ropa para nosotros mismos. La Intención Divina era que nuestras necesidades físicas se cuidaran para que así nosotros pudiéramos enfocarnos en usar nuestro don de libre albedrío y nuestras facultades creativas de pensamiento y sentimiento para aprender a co-crear los patrones de perfección desde el Cuerpo Causal de Dios en el plano físico.
Nunca fue el Plan Divino que lucháramos de mañana a noche en trabajos mundanos solo para poner alimento sobre la mesa y abastecer las necesidades de nuestros cuerpos físicos. Eso, de hecho es una burda distorsión del Plan Divino original para este planeta y es una engorrosa distracción de nuestro propósito y razón de ser en esta escuela de aprendizaje.
Después de la “caída”, perdimos conciencia de nuestra Herencia Divina y del hecho de que somos Hijos de Dios. Al descender hacia frecuencias más y más densas de nuestras propias creaciones erradas humanas, fuimos incapaces de escuchar la guía de nuestra Presencia YO SOY, a la que ahora nos referimos como “la pequeña voz dentro de nosotros”. Para compensar por ese vacío en nuestras vidas, desarrollamos nuestros egos humanos fragmentados, basados en el temor. Dimos nuestro poder a este aspecto mutado de nosotros mismos y le permitimos que nos manipulara hacia la creencia de que solamente somos nuestros cuerpos físicos y que el plano físico es todo lo que existe.
Con esa percepción distorsionada, empezamos a creer en carencia y limitación. Olvidamos que estamos co-creando esta realidad y que la Luz primigenia sin forma que comprende cada partícula de Vida en el plano físico, es ilimitada. Olvidamos sobre la infinita abundancia de Dios y empezamos a temer por nuestra propia supervivencia. Nos tornamos temerosos de que no hubiera suficiente para las necesidades de la vida a fin de cada uno viviera con comodidad y paz.
Empezamos a acumular las cosas que necesitábamos para sostener nuestros cuerpos físicos, los cuales a su vez, bloquearon la fluidez de la infinita abundancia de Dios. Somos co-creadores con nuestro Dios Padre-Madre, así que cuando nuestros pensamientos y sentimientos basados en el temor se reflejaron en la sustancia elemental de la Tierra , empezamos a experimentar condiciones climáticas inclementes que resultaron en inundaciones, sequías, hambre, plagas y pestilencia. Cuando eso sucedió, fuimos catapultados hacia un círculo vicioso. Entre más acumulábamos las cosas que necesitábamos para sobrevivir, menos disponibles estaban las cosas para cubrir las necesidades de la vida y más temerosos nos volvíamos.
Desarrollamos una conciencia de avaricia y egoísmo, la que creímos era necesaria a fin de sobrevivir. Empezamos a luchar con cada uno sobre tierra, comida, agua y cosas materiales. Eventualmente creamos un sistema monetario para cambiar por las mismas cosas que Dios nos había dado libremente. Conforme la confusión y el caos se construyeron en un momentum, nuestros egos humanos nos forzaron a creer que cualquier cosa que necesitáramos hacer para sobrevivir era apropiado, aún si significaba mentir, robar, engañar o matar.
Al atestiguar el derretimiento de la economía global, podemos ver claramente la evidencia de esta trágica situación en todos lados donde miremos. Prácticamente cada mal que se manifiesta en la Tierra puede ser investigado en retrospectiva, hacia la conciencia basada en el temor de carencia y limitación. Eso es verdad ya sea que hablemos sobre corrupción, violencia y depravación moral en los gobiernos, los militares, las instituciones financieras, las corporaciones, las industrias médica, de seguros y farmacéutica, organizaciones religiosas, instituciones educativas, algunas organización sin propósito de lucro o el sector privado y los individuos.
Nuestros egos basados en el temor, para sobrevivir, infunde a la Humanidad con el deseo de hacer lo que sea que se requiera para obtener lo que deseamos. Durante eones, la gente ha actuado de continuo con la percepción distorsionada de carencia y limitación. Como resultado de esa ilusión, la gente en todos lados están retorciéndose en el dolor y sufriendo nuestros egos humanos perpetuados para atraparnos en la conciencia de pobreza.
Es hora de que nosotros tomemos de regreso el poder que nuestros egos humanos nos han usurpado y es hora de que demos a nuestra Presencia YO SOY total dominio de nuestras vidas. Tenemos la habilidad de reclamar nuestra Herencia Divina y de restaurar el flujo ilimitado de la abundancia de Dios. Nunca ha sido más importante para nosotros, hacer esto.
Conforme la Luz de Dios aumenta en la Tierra y la negatividad que conflictúa con esa Luz es empujada hacia la superficie para ser transmutada y sanada, estamos viendo que la economía global rueda sobre arenas movedizas de corrupción y avaricia. Desde apariencias externas, parece como que la economía se dirige hacia el colapso total pero de hecho, esta es la oscuridad antes del amanecer.
La purga que está teniendo lugar en el mundo económico es una parte necesaria del proceso de sanación. Los arquetipos antiguos de avaricia, egoísmo, corrupción y depravación moral están siendo expuestos y destruidos a fin de limpiar el camino para los nuevos arquetipos de Abundancia Infinita y Paz Eterna de Dios. Aquellos que están deseosos de obtener su riqueza dañando otra parte de Vida, están destinados al fracaso. Ya sea que estén lastimando a la gente o contaminando la Tierra , sus nefastos esfuerzos están siendo expuestos en la brillantez de la Luz de la Verdad Divina.
Perro-come-perro y la búsqueda del egoísmo número uno que ha estado prevaleciendo durante años, no puede sostenerse ahora que los nuevos arquetipos están en su lugar. Es el momento que ha sido profetizado cuando “Todo lo que está escondido ahora debe revelarse”. Los esquemas clandestinos de engaño y deshonestidad que ha atrapado las multitudes en una red de pobreza y temor, ya no más serán ocultadas bajo el manto de la oscuridad. La pequeña élite que acumula la riqueza del mundo mientras que millones viven con hambre, enfermedad y suciedad, ya no tendrán éxito en sus aventuras auto-obsesivas.
La pobreza es una creación humana errada y nunca se pretendió que fuera parte de nuestro Plan Divino. Los patrones distorsionados de carencia y limitación son una ilusión que nosotros creamos y que se han sostenido a través de nuestros pensamientos, palabras, sentimientos, acciones y creencias.
Los nuevos arquetipos de la Infinita Abundancia y Paz Eterna de Dios, están basados en la Verdad Divina de que DIOS ES NUESTRO PROVEEDOR, no las circunstancias externas del mundo. Nuestra herencia natural es el abastecimiento continuo de Dios de todas las cosas buenas. Cuando recordamos esta Verdad, abrimos nuestros corazones de nuevo hacia la fluidez ilimitada de la abundancia de Dios.
Este momento único será registrado en el Libro Dorado de la Vida como el tiempo en el cual la Era de Paz Eterna e Infinita Abundancia se estableció permanentemente en la Tierra. Solamente imaginen, ustedes y yo estamos físicamente presentes para co-crear los eventos que elevarán este planeta y toda su Vida hacia la Luz de la Paz Eterna y la Infinita Abundancia de Dios.
RECLAMANDO LA ABUNDANCIA DE DIOS
A fin de que nosotros podamos reclamar nuestro Derecho natural de Nacimiento de la Infinita Abundancia de Dios, necesitamos aclarar nuestra relación con el dinero. Ya que hemos elegido vivir en un sistema que usa dinero como fuente de intercambio, necesitamos eliminar nuestro temor y darnos cuenta de que el dinero es solamente una fuente de energía – punto. No es una asombrosa entidad que viene a nuestras vidas para esgrimir su poder sobre nosotros y regir nuestros destinos. Es solamente por nuestro temor para sobrevivir que hemos permitido que el dinero tenga ese tipo de control sobre nosotros.
Antes que todo, debemos eliminar la conciencia de pobreza y empezar a funcionar con la conciencia de prosperidad. En lugar de preocuparse todo el tiempo sobre no tener suficiente dinero, necesitamos enfocarnos en nuestra gratitud por el dinero que tenemos. Gratitud es un magneto que atrae más de lo que estamos agradecidos hacia nuestras vidas.
Cada vez que gastamos un centavo de nuestro dinero, ya sea para comprar abarrotes, pagar nuestras cuentas, por entretenimiento o lo que sea, debemos bendecirlo con gratitud por el servicio que nos está proporcionando. Entonces dejémoslo ir libremente, sabiendo que ese dinero es solamente una fuente de energía y como TODA energía, se irá, expandirá y regresará a nosotros para dar más servicio.
Si enviamos nuestro dinero enojados, rezongando por el alto costo de la vida, temiendo que no tendremos suficiente para cubrir nuestros gastos, odiando gastarlo en las necesidades de la vida, de forma automática estamos bloqueando la fluidez de la abundancia de Dios.
El proceso del desarrollo de la conciencia de prosperidad no significa salir y cargar cosas innecesariamente y meternos más profundamente en deudas al gastar dinero que no tenemos. Sin embargo, significa que estamos reconociendo que el dinero está proporcionándonos un servicio que deberíamos aceptar con gratitud y aprecio.
Al avanzar a gran velocidad, es crucial que recordemos que somos responsables de co-crear nuestra propia prosperidad. Debemos preguntarnos perpetuamente. “¿Se está añadiendo lo que YO SOY pensando, diciendo, sintiendo o haciendo a mi prosperidad y a mi conciencia de prosperidad? ¿O estoy bloqueando mi prosperidad con temor y conciencia de pobreza?
Si lo que estamos expresando está reflejando conciencia de pobreza, entonces debemos preguntarnos “¿Qué necesitamos cambiar a fin de expresar conciencia de prosperidad y abrir el flujo de la abundancia de Dios justo ahora? Es imperativo que mantengamos de forma tenaz nuestras visiones positivas y las energicemos diariamente con nuestras afirmaciones y el enfoque de nuestra atención. Debemos ser deliberados con nuestra riqueza. A través de la persistencia, confianza y aceptación, abriremos nuestros corazones al suministro de Dios de todas las cosas buenas.
UN FACTOR VITAL AL RECIBIR LA ABUNDANCIA DE DIOS.
La Ley del Círculo juega un rol muy importante en nuestra prosperidad. La marea y la fluidez de Vida, que está tan claramente demostrado en la Ley del Círculo, es un factor crítico a fin de que nosotros recibamos la fluidez de la Ilimitada Abundancia de Dios. Existen muchas expresiones que describen la marea y el fluir de nuestra Fuerza de Vida: inhalar y exhalar, radiación y magnetización, dar y recibir, causa y efecto, acción y reacción, involución y evolución. A fin de que el Plan Divino de Dios sea realizado y para que nosotros recibamos un continuo fluir de la Infinita Abundancia de Dios, la marea y fluidez de nuestro don de Vida debe estar equilibrado. Si estamos recibiendo más Fuerza Vital de la que estamos enviando o viceversa, se crea un desequilibrio que bloquea la fluidez.
Cuando fuimos voluntarios para encarnar en la Tierra , aprendimos cómo convertirnos en co-creadores con nuestro Dios Padre-Madre, acordamos que cooperaríamos con la Ley Universal del Círculo y mantener el equilibrio de la Fuerza Vital. Nuestros Padres Dios acordaron proveer lo que necesitáramos para sostener nuestros cuerpos físicos, tales como Luz de Sol, agua, aire fresco, material para alimento y refugio y la sustancia de la Luz electrónica que hace latir nuestros corazones y nos permite vivir, movernos, respirar, pensar y tener a nuestro Ser en el plano físico.
A cambio, aceptamos que equilibraríamos nuestro don de Vida al usar nuestra Fuerza Vital y nuestras facultades creativas de pensamiento y sentimiento, para expandir las fronteras del Reino del Cielo en la Tierra. Acordamos que usaríamos nuestro don de libre albedrío para observar los patrones de perfección en el Cuerpo Causal de Dios y entonces combinar esos patrones en nuestras propias formas únicas de crear expresiones nuevas previamente desconocidas de la Divinidad en el mundo de la forma. Acordamos enviar nuestro don de Vida en formas que pudieran añadir Luz al mundo. Esto se hace fácilmente a través de nuestras expresiones de amor, reverencia por toda Vida, gratitud, sabiduría, abundancia, paz, dicha y felicidad, que bendecirá toda Vida en la Tierra.
Cuando caímos en el abismo de nuestras propias creaciones humanas erradas, olvidamos los acuerdos que habíamos hecho con Dios. Aún cuando todavía estábamos recibiendo y usando todos los dones de Vida que nuestro Dios Padre-Madre estaba proporcionándonos, nosotros no estábamos dando nada de vuelta. No estábamos realizando nuestra parte del acuerdo de equilibrar los dones de Vida que estábamos utilizando para añadir Luz al mundo. Ese comportamiento auto-centrado bloqueó de forma efectiva la fluidez de la abundancia de Dios.
Una vez que nuestro abastecimiento fue bloqueado, caímos en un patrón disfuncional de luchar cada día solamente para hacer suficiente dinero para pagar por las cosas que necesitábamos para sostener nuestros cuerpos físicos. Esas eran las mismas cosas que Dios ya nos había dado de forma gratuita. Cuando gastamos nuestro tiempo, energía y dinero para pagar por lo que Dios ya nos había proporcionado, es como no dar nada de regreso para equilibrar nuestro don de Vida. Ese desequilibrio nos atrapó en un modo de estancamiento. Como resultado, fuimos lanzados hacia las agonías paralizantes de la pobreza que únicamente perpetuaron nuestra conciencia de carencia y limitación.
Esa condición desconcertante es la causa de la pobreza que hemos experimentado durante muchas vidas, y es la razón para las situaciones financieras que están afectando a la economía global ahora. Las buenas noticias son que hemos creado este problema nosotros y tenemos el poder de hacer algo con eso. Tenemos la habilidad de renovar nuestros contratos con Dios y de reclamar nuestra prosperidad.
Todo lo que tenemos que hacer para renovar nuestro contrato con Dios, es empezar a hacer lo que acordamos hacer en primer lugar. Eso significa que necesitamos equilibrar el don de Vida que recibimos y beneficiarnos cada día al dar algo de regreso y expandir los límites del Reino del Cielo en la Tierra. Eso puede sonar complicado pero de hecho es muy sencillo. Cualquier cosa que hacemos para mejorar la calidad de Vida en la Tierra , expande los límites de la Divinidad y se añade a la Luz del mundo. Lo que sea que hagamos para bendecir toda Vida al compartir nuestro amor, reverencia, adoración, gratitud, sabiduría, abundancia, paz, dicha y felicidad todavía más, incrementa la creación del Cielo en la Tierra.
Existen tantas formas de abrirnos al flujo de la abundancia de Dios, como hay gente en el planeta planeando formas de equilibrar su don de Vida al compartir su amor y aprecio. Si de forma específica deseamos aumentar la abundancia del dinero en nuestras vidas, existe un proceso muy específico que debemos seguir.
AUMENTANDO NUESTRA FLUIDEZ DE EFECTIVO
En la actualidad usamos el dinero como nuestro medio de intercambio, así que a fin de que nosotros obtengamos prosperidad y para convertirnos en financieramente libres, necesitamos incrementar nuestro flujo de dinero. Fácilmente podemos hacerlo al aplicar la Ley Universal del Círculo. Recuerda, lo que es parecido atrae a lo que es parecido. Lo que enviamos en forma de energía se expande y regresa a nosotros. El dinero es energía. A fin de que nosotros atraigamos más dinero hacia nuestras vidas, necesitamos enviar más dinero.
No necesito decirles que todos estamos enviando toneladas de dinero para pagar las necesidades de nuestros cuerpos. El problema es, Dios ya nos proporcionó esas cosas necesarias para nosotros libremente, así que el dinero no cuenta como nuestro don de equilibrio por el aprecio de nuestra Fuerza Vital. A fin de incrementar nuestra fluidez de dinero, debemos dar dinero de regreso a Dios, en aprecio por nuestro don de Vida, para apoyar cosas más allá de lo que gastamos para sostener a nuestros cuerpos físicos.
La clave espiritual para incrementar nuestro flujo de dinero es que demos una porción de nuestro dinero a gente que lo usará para ayudar a co-crear el Cielo en la Tierra. Existe una miríada de formas para realizar esto. Podemos dar dinero a la gente, instituciones, organizaciones, caridad, grupos espirituales, grupos religiosos, corporaciones, grupos de derechos humanos o de los animales, grupos ambientalistas, trabajos asociados a la ciencia, medicina, investigación, combustibles alternativos, justicia o cualquier otra persona, lugar, condición o cosa que sabemos está trabajando con reverencia por TODA Vida y con un deseo genuino para co-crear las maravillas del Cielo en la Tierra.
El consenso general es que si damos tan poco como el diez por ciento de nuestro ingreso de regreso a Dios en aprecio por nuestro don de Vida, abriremos tal influjo de dinero que no podremos manejarlo todo.
La actitud y conciencia con la cual damos nuestro dinero es crítica para nuestro éxito. Nuestro dinero debe ser dado libremente, sin ninguna atadura. No podemos esperar nada a cambio de la gente o lugares a donde lo demos sino que ellos usen el dinero para el máximo bienestar para todos los involucrados y para mejorar la calidad de Vida en el planeta.
Una vez que demos nuestro dinero, es importante que nosotros reconozcamos y aceptemos que en cumplimiento con la Ley Universal del Círculo, el dinero se expandirá y regresará a nosotros a través del suministro de Dios de todas las cosas buenas.
La razón por la que necesitamos afirmas conscientemente el regreso de nuestro dinero es porque nos hemos olvidado de que el dinero es una forma de energía, la cual debería salir y regresar a nosotros. Solamente hemos estado bloqueando ese proceso natural con nuestra conciencia de pobreza.
A través de la percepción distorsionada de nuestros egos humanos, hemos desarrollado la expectación de que el dinero sale pero nunca regresa. Al afirmar nuestro Divino Derecho de Nacimiento y decretar aceptar el ilimitado flujo de la abundancia de Dios, estamos reprogramándonos para esperar prosperidad. Podemos empezar a reclamar la multiplicación en la devolución de nuestro don, pero en Verdad, no existe límite para la devolución que podemos esperar. Cuando afirmamos el siguiente decreto con profundo sentimiento, afirmamos nuestro don de amor y aprecio y reclamamos la fluidez de la abundancia de Dios en la corriente de regreso.
DECRETO DE PROSPERIDAD.
YO ESTOY dando… ($100.00)… de regreso a Dios con amor y aprecio por mi Regalo de Vida.
YO ESTOY recibiendo agradecidamente ($1,000.00)* del infinito flujo de la abundancia de Dios en la corriente de regreso para el bien más elevado del Todo.
Una vez que damos nuestro amor y aprecio por nuestra Vida de regreso a Dios en la energía del dinero y reclamamos la multiplicación de Dios en el flujo de regreso de abundancia, es importante que nosotros de forma consciente esperemos recibir un aumento de dinero. No debemos limitar a Dios al tratar de imaginar de dónde llegará el dinero, simplemente necesitamos estar abiertos y respectivos a cada avenida de regreso.
Cada vez que recibamos dinero inesperado o que alguien compre algo para nosotros o pague por algo que nosotros pensamos íbamos a tener que pagar nosotros mismos, deberíamos aceptar que la abundancia de Dios está fluyendo de regreso a nuestras vidas. Si las cosas que necesitamos están de oferta o si nuestras cuentas son menos de lo que pensamos que iban a ser, ese es nuestro don de dinero que regresa a nosotros. Si alguien nos da un artículo que pensamos tendríamos que comprar u obtenemos un aumento o un trabajo mejor pagado, estamos recibiendo la abundancia de Dios. Si alguien finalmente paga una antigua deuda que pensamos esta perdida para siempre o si recibimos un reembolso mayor de lo que esperábamos de nuestros impuestos, deberíamos reconocer que el dinero es parte de la abundancia que regresa a nosotros.
Al participar en dar y recibir nuestro dinero en amor y aprecio por nuestro don de Vida, la abundancia de Dios se convierte en un estado del Ser siempre presente y como presencia tangible en nuestras vidas. Entre más realicemos nuestro acuerdo original con Dios y equilibremos nuestro don de Vida al añadir a la Luz del mundo a través de pensamientos, palabras, sentimientos, acciones y dinero, más pronto seremos financieramente libres.
* ($100.00 X 10)
Patricia Diane Cota-Robles
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