lunes, 23 de enero de 2012


Orden divino

Mi vida es apacible y ordenada a medida que dejo ir y confío en Dios.

Al orar, centro mi atención en el amor y la guía de Dios. Uno con la presencia en mí, alcanzo una conciencia más elevada. Presto atención a la presencia de Dios que me guía y me dirige por caminos correctos y ordenados. El orden divino se manifiesta en mi vida.

Cuando estoy alineado con el orden divino, mi intuición se agudiza. Al actuar según este conocimiento interno, la confianza reemplaza la preocupación, y avanzo con fe.

Muchos acontecimientos nuevos y emocionantes ocurrirán en el año que comienza. Doy gracias por la guía continua de Dios. Mantengo una conciencia de paz y esperanza, sabiendo que mi vida se desenvuelve en orden divino.

¿Qué, pues? Oraré con el espíritu, pero oraré también con el entendimiento.–1 Corintios 14:15

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