Volver a nuestro estado de inocencia es volver al estado de ese niño que siempre hemos sido y que no juzga, que no es orgulloso, que no segrega, que no se ofende, que no conoce el rencor, que es feliz en todo momento, que todo lo comparte, que ama sin condiciones, que se sorprende de todo lo que ve, que quiere ser como sus padres, que se siente poderoso, que sueña que vuela, que rie, que llora, que juega a ser un súper héroe, que habla y juega consigo mismo, que vive solo en el momento presente, que no tiene pasado ni futuro, que tiene un amigo interno y que no teme a la muerte porque ese concepto no existe para él. Este es el estado de inocencia que no conoce la Mente Egoica, este es el estado de inocencia al que habremos de retornar mediante un trabajo, consciente e individual, de lucha interna donde identificamos a nuestro principal enemigo como "Nosotros Mismos". Un campo de batalla donde no existen más oponentes que "Yo".
Es dentro de nosotros donde se habrá de librar la última y más feroz de las batallas contra la Mente Egoica que se ha apoderado de nuestro territorio interior. La batalla no es contra nuestro Padres, Hermanos, Parejas, Socios, Amigos o Abogados en el exterior sino al interior de nosotros. Una vez que logremos identificar al verdadero enemigo, muy pronto se convertirá en nuestro mejor aliado.
Maia María.
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