Este texto extraído de “El profeta” de Khalil Gibran, novelista y poeta libanés (1883-1931), expresa muy bien algo k los padres solemos olvidar: que nuestros hijos no son propiedades nuestras sino que llegan a la vida a través de nosotros
y nuestra responsabilidad es acompañarlos y respetarlos en el camino.
La función de los padres no es adiestrar a sus hijos a que encajen en unos estandares socia
y nuestra responsabilidad es acompañarlos y respetarlos en el camino.
La función de los padres no es adiestrar a sus hijos a que encajen en unos estandares socia
les cada ver más cuestionables, sino respetar su personalidad, hacer florecer sus talentos innatos y no permitir k la familia, la escuela y la vida en general los anule y los uniformice como ha pasado con casi todos los adultos.
FELIZ DIA DE LA MADRE!! LUZ a sus corazones
"Tus hijos no son tus hijos,
son hijos e hijas de la vida,
deseosa de sí misma.
No vienen de ti,
sino a través de ti,
y aunque estén contigo,
no te pertenecen.
Puedes darles tu amor,
pero no tus pensamientos,
pues ellos tienen sus propios pensamientos.
Puedes abrigar sus cuerpos,
pero no sus almas,
porque ellos
viven en la casa del mañana,
que no puedes visitar,
ni siquiera en sueños.
Puedes esforzarte en ser como ellos,
pero no procures hacerles semejantes a ti,
porque la vida no retrocede ni se detiene en el ayer.
Tú eres el arco del cual tus hijos,
como flechas vivas,
son lanzados.
Deja que la inclinación,
en tu mano de arquero,
sea para la felicidad.
FELIZ DIA DE LA MADRE!! LUZ a sus corazones
"Tus hijos no son tus hijos,
son hijos e hijas de la vida,
deseosa de sí misma.
No vienen de ti,
sino a través de ti,
y aunque estén contigo,
no te pertenecen.
Puedes darles tu amor,
pero no tus pensamientos,
pues ellos tienen sus propios pensamientos.
Puedes abrigar sus cuerpos,
pero no sus almas,
porque ellos
viven en la casa del mañana,
que no puedes visitar,
ni siquiera en sueños.
Puedes esforzarte en ser como ellos,
pero no procures hacerles semejantes a ti,
porque la vida no retrocede ni se detiene en el ayer.
Tú eres el arco del cual tus hijos,
como flechas vivas,
son lanzados.
Deja que la inclinación,
en tu mano de arquero,
sea para la felicidad.
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