“El agua es un ser vivo
que me contempla y calla”.
Juana de Ibarborou
Gota a sombra ya vienes,
vieja canción del agua:
que nadie olvide
que tras la estepa furtiva del aire
tú pusiste fruta al paladar,
fronda al cansancio.
Gota a río ya vienes
y resbalas tu aura
por los labios despiertos,
y deslizas la luz de las praderas;
gota a espejo
que nadie olvide protegerte
en la cuenca de las manos
para el sorbo asombrado,
para ese chorro de agujas osadísimas
con que Dios nos enseñé el avecé
insondable del amor.
Que nadie te enturbie ni te cierre el paso,
no ponga el hombre sus hachas
contra los manantiales,
que yo quiero que entres
con tu gota a gota a mi cuerpo,
con tu gota a beso a mi alma,
para que seamos siempre
este pozo de fugas y de encuentros
solamente en el agua.
De mi libro LA CIEGA CERTEZA
Ediciones Perspectiva Trascendentalista, 2005
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