"El Templo del Amor de Lady Nada" es el primer Templo al que se accede en el camino evolutivo, para después poder tener acceso a otros templos de los Siete Rayos en otras partes de las regiones etéricas de la Tierra. Si no se ha accedido por primera vez al Templo del Amor de Lady Nada, no se puede tener libertad de ingreso a ninguno de los otros Templos de los Maestros Ascendidos, ya que si no se tiene Amor, no se posee ningún mérito espiritual, aunque se haya estudiado mucha espiritualidad y se pertenezca a una religión o grupo espiritual.
PELDAÑOS
El ingreso al Templo del Amor de Lady Nada se hace por siete peldaños que se van ascendiendo a lo largo de la larga carrera de la evolución humana. En las primeras 700 encarnaciones tal vez apenas se puede acceder al primer peldaño, y no en todos los casos. Cuando ya se está en las últimas siete encarnaciones, estos peldaños se suelen subir con natural desplazamiento.
PRIMER PELDAÑO
El "Primer Peldaño del Templo del Amor de Lady Nada" es muy importante, no todo el que está en la encarnación consigue el logro tan importante de ascenderlo. Se sube cuando uno desarrolla amor por todos los objetos materiales. Esto pareciera contradictorio, que la espiritualidad comienza con amor a la materialidad. Sí, pero es amor sin apego, es no despreciar ningún objeto material, porque todo es parte de Dios y despreciarlo es despreciar a Dios.
Solemos fácilmente ver a Dios en la edificación de un templo, pero muy pocos lo llegan a ver en un crematorio, una villa miseria, un prostíbulo, y allí también está Dios, aunque cueste más trabajo verlo en esos lugares que en un santuario. Debido al desarrollo de este primer peldaño fue que en la antigüedad surgieron "Templos del Amor" dedicados a la Señora Venus y Afrodita, tanto en Roma como Grecia, a Freia en Alemania, y que en la decadencia, después de la última Edad Dorada, debido a una interpretación errónea, dentro de ellos practicaban el sexo. Pero aún así estos templos no fueron desconectados de la "Cadena Rosada", unidos al Templo del Amor. Reminiscencia de ésto son los templos del amor que todavía podemos ver en la India en la ciudad de Kajurao.
Asciende a este "Primer Peldaño al Templo del Amor de Lady Nada" todo aquel que ama los metales, desde el oro y la plata hasta un insignificante pedazo de hierro, a las piedras que existen en el planeta sin despreciar a ninguna de ellas ni sus derivados, igualmente aquel que ama el agua. Una de las formas de este amor es el que podemos tener sin apego y desprendidamente a las monedas acuñadas en metal como el dinero, viendo el suministro económico con amor y acción directa de la Divinidad.
El amor al cuerpo físico propio y de los demás también constituye uno de los requisitos para acceder a este Primer Peldaño, por eso no podemos agredir el cuerpo físico golpeándolo, maltratándolo, sino tenerle un extremo cuidado. Los masajes, caricias y tratamiento de la piel son demostraciones de amor al cuerpo físico que también nos permiten acceder a este primer peldaño.
Tirar los objetos físicos con rabia, sin amor, como una tijera, un plato, una piedra o un simple papel, son impedimentos en el desarrollo del amor a los objetos físicos y, por ende, al acceso al "Primer Peldaño del Templo del Amor". Cualquier desprecio que se tenga a un tipo determinado de piedra, metal u objeto material impide acceder al "Primer Peldaño del Templo del Amor". En este peldaño se encuentran muchos geólogos, gemólogos, gemoterapeutas, ecologistas, masoterapeutas y quinesiólogos.
SEGUNDO PELDAÑO
Al "Segundo Peldaño del Templo del Amor de Lady Nada" se accede cuando desarrollamos amor por el reino vegetal y los elementales, plantas, flores, árboles, montañas y valles de nuestra tierra. También por la vitalidad de nuestro cuerpo y el de los demás, sabiéndolo alimentar correctamente sin hacerle daño, no haciéndolo consumir grasas, químicos dañinos, colorantes, carnes y demás chatarras alimenticias. En este peldaño se encuentran algunos de los que trabajan con las Flores de Bach, jardineros, floresteros y dietistas.
TERCER PELDAÑO
Al "Tercer Peldaño del Templo del Amor de Lady Nada" se asciende cuando desarrollamos el Amor por el reino animal, desde mascotas hasta animales salvajes, inclusos perros, monos y gatos callejeros. A este peldaño le cuesta ascender a muchas personas en occidente debido a la consumición de alimentación carnívora, ya que indirectamente se hacen cómplices de la matanza de animales. A la mayoría de los Jainistas se les hace muy fácil ascender a este peldaño. También es requisito indispensable para ascender a este peldaño, el respeto y el amor por los sentimientos de los demás seres humanos y no burlarnos de ninguno de ellos. A este peldaño tienen acceso algunos veterinarios, ornitólogos, poetas y compositores, románticos y sentimentales.
CUARTO PELDAÑO
Al "Cuarto Peldaño del Templo del Amor de Lady Nada" se asciende solamente cuando hemos desarrollado el amor a todos los seres humanos sin discriminar raza, color de piel, clase social, posición económica, grupo espiritual, religión, nacionalidad y profesión. Cualquier rechazo que se tenga por una condición humana, uno es detenido antes de ascender a este escalón y allí permanece encarnaciones hasta desarrollar el amor por absolutamente todas las condiciones humanas.
QUINTO PELDAÑO
Se asciende al "Quinto Peldaño del Templo del Amor de Lady Nada" al desenvolver amor por todos los Maestros Ascendidos, Santos, Seres de Luz, Ángeles, Elohim de todas las religiones, grupos espirituales y creencias, sin rechazar a ninguno de sus practicantes.
SEXTO PELDAÑO
A este "Sexto Peldaño del Templo del Amor de Lady Nada" se asciende cuando desarrollamos el amor por el sol, las estrellas, galaxias y Dioses Cósmicos. Algunos astrónomos, astrólogos, aviadores y astronautas están en el camino de desenvolver este tipo de amor.
SÉPTIMO PELDAÑO
A este "Séptimo Peldaño del Templo del Amor de Lady Nada" sólo se asciende por puro y absoluto amor y entrega a Dios, realizado en uno como Única Presencia, Único Poder y Sustancia. No antes.
ENTRADA AL TEMPLO
El "Templo del Amor de Lady Nada" tiene un nártex precedido de siete columnas de un lado y del otro, que sostienen el lado externo del dintel sobre el que descansa un frontón que antecede el techo de forma cupular, parecido al Panteón de la antigua Roma, donde hoy en día se encuentran los restos de Rafael Sansio. Las dos primeras columnas, tanto la del lado izquierdo como la del lado derecho del pasillo, son de color azul; le siguen las doradas, y así hasta completar los siete rayos, con una excepción: que las columnas violetas anteceden a las oro-rubí, que son las últimas.
Al penetrar al templo, se escucha a los que acuden entonando suavemente y en tono muy bajo el tradicional himno cristiano "Abide with me", y con la cabeza en señal de recogimiento, portan un sirio encendido en la mano. Rodeando la planta circular del Santuario, en la parte interna, se encuentran siete salones dedicados cada uno a un Rayo de la Divinidad, por los que hay que pasar antes de poder llegar al salón central donde arde la Sagrada Llama del Amor para la Tierra.
SIETE SALONES
Al Primer Salón se accede solamente al desarrollar Amor por manifestar la Voluntad de Dios, la Fe y el Poder Divino. Al Segundo Salón se puede entrar al desenvolver el Amor por la Sabiduría, la Filosofía, la Iluminación y la Inteligencia y querer ser inteligente, sabio e iluminado. Al Tercer Salón se ingresa solamente al tener Amor a la cultura, el refinamiento, la diplomacia y las buenas costumbres. Al Cuarto Salón se puede entrar solamente al tener manifiesto el Amor por el arte en cualquiera de sus manifestaciones, por ascender y llevar una vida pura. Al Quinto Salón se ingresa al tener desenvuelto el Amor por la verdad, la medicina, la ciencia y el deseo de sanar a los demás. Al sexto salón se llega al desarrollar amor por perdonar, realizar rituales, la magia y el ceremonial. Por último, se ingresa al séptimo salón, que se accede por medio del amor a la Paz, Tranquilidad, Devoción y Misticismo.
COMPARECENCIA ANTE LA LLAMA DEL AMOR
Finalizando la ascensión de los Siete Peldaños y el recorrido circular por las siete aulas, se llega a la puerta de entrada al Salón Principal del Templo donde arde la Llama del Amor para los hijos de la tierra con un contundente pero suave tono color rosa brillante con radiación oro, y en su centro se puede observar, sosteniéndose en medio de la ardiente llamarada, una cruz latina que tiene en su crucería un corazón simétrico, del que le salen de sus lados alas y que hacen ver tanto la cruz como el corazón de forma alada.
Ante la "Llama del Amor" los devotos suelen entonar el Himno Cristiano "Holy, Holy, Holy". Frente a esta Llama del Amor han comparecido los grandes amadores de la humanidad, que en adoración se han unido al latido de este Sagrado Fuego. Entre otros muchos, se ha inclinado el Señor Gautama, el Maestro Jesús, Lady Nada, el Maestro Saint Germain, el Maestro Koot Hoomi, todos los Maestros de la Jerarquía Espiritual de la tierra y gente del acontecer histórico reciente, como Ramakrishna, Paramahansa Yogánanda, Kolbe, Martin Luther King, la Madre Teresa de Kólkata, Juan Pablo II y tantos otros que sería imposible enumerar.
A cierta distancia de la Llama Del Amor, en un reservado alto, especial para los estudiantes, permanecemos en adoración y vemos llegar discretamente, solitaria, silenciosa, imperceptible, sin ser anunciada, una dama elegantemente ataviada de largo, con la cabeza inclinada, difícil de distinguir su identidad, porque lleva puesta la capucha de una capa que le cubre hasta los pies, y se inclina ante la llama, donde permanece largo rato en adoración. Después de un tiempo, se levanta y desaparece por uno de los pasillos, y al volver la mirada ante el altar, vemos que ha dejado la ofrenda, una hermosa rosa oro-rubí. Era Lady Nada.
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