sábado, 18 de mayo de 2013


Oración de la Luz
Luz que iluminas el solio de mi Padre,
ilumina a las tinieblas y a los que en ellas se encuentran.
Desde tu trono supremo Señor,
apiádate de los que están sufriendo.
Centro de poder, baja y aquieta a la naturaleza
y obra de tu caridad entre tantos que sufren.
Dios de bondad y clemencia que sufriste por el mortal y cruel sacrificio,
por el tu sangre derramaste,
una gota de esa preciosisima sangre derrámala Señor cual bálsamo sobre la desgracia que aqueja a la humanidad.
Padre amado, supremo hacedor,
que en el hueco de tu divina mano tienes el destino del mundo y del mortal,
con el índice señala el bien a la humanidad
y con tu diestra aparta de ella su desgracia y maldad.
Mira Señor, nuestros ojos lloran al ver como sufren nuestros hermanos,
como te piden que tu clemencia y misericordia los acompañe.
Padre, Padre, extiende tu diestra y con tu santo manto cubre a la humanidad.
¡Así sea!
Oración de la Luz
Luz que iluminas el solio de mi Padre, 
ilumina a las tinieblas y a los que en ellas se encuentran. 
Desde tu trono supremo Señor, 
apiádate de los que están sufriendo.
Centro de poder, baja y aquieta a la naturaleza 
y obra de tu caridad entre tantos que sufren.
Dios de bondad y clemencia que sufriste por el mortal y cruel sacrificio, 
por el tu sangre derramaste, 
una gota de esa preciosisima sangre derrámala Señor cual bálsamo sobre la desgracia que aqueja a la humanidad.
Padre amado, supremo hacedor, 
que en el hueco de tu divina mano tienes el destino del mundo y del mortal, 
con el índice señala el bien a la humanidad 
y con tu diestra aparta de ella su desgracia y maldad.
Mira Señor, nuestros ojos lloran al ver como sufren nuestros hermanos,
como te piden que tu clemencia y misericordia los acompañe.
Padre, Padre, extiende tu diestra y con tu santo manto cubre a la humanidad.
¡Así sea!

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