El Arcángel Gabriel toca su trompeta para que nos despertemos, nos levantemos y nos demos cuenta de que no podemos seguir durmiendo en la ignorancia. Nos llegó la hora de la Ascensión a los planos de divina acción; de serle útil al que tenemos al lado, y luego, a todos los demás. (Rubén Cedeño - "Espíritu de la Navidad")
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