viernes, 3 de agosto de 2012



WICA CELTA

Yo no soy recta.
Soy de la Tierra y de la Luna.
Soy redonda y curva como Ellas.
Indecente y amoral.
Mi madre es el bosque.
Fui diseñada para acariciarte así como tu fuiste diseñado para matar.
Fui hecha para invitarte al deleite y llenarte el cuerpo con pétalos de rosas frescas
y aguas de mi vida interior.
Dame tus manos, déjame leerte entre lineas, déjame entrar en tu viril torrente.
Hagamos este ritual. Enciende los fuegos de Beltane con el calor de tu mirada bondadosa.
El origen de la chispa está en ti, en el volcánico pulsar de tu erección.
Enciende el fuego por favor.
Resplandece en medio de mi oscuridad, muéstrame los caminos claros, las rutas nítidas que se mantienen a salvo de lo incierto...muestrame tu mapa, tu plan detallado de guerrero impecable, y luego entrégame los pergaminos y deja que los mordisquee con mis dientes insurrectos. Entonces te tocaré lentamente hasta calmar tus malos pensamientos.
Lameré cada vestigio de culpa, cada regla, cada cadena, cada centímetro de inquisición residual.
Te acunaré entre mis brazos colmando tu corazón de mi corazón.
Llenaré tu aura de un amor único, incondicional, rosado y suave.
Tengo tanto hambre de tus manantiales más ocultos, de aquellos rios de fluidez subterránea.
Deseo tan secretamente ser invadida por las corrientes salvajes de tu semen santo e indómito.
Soy tan pagana. Devota del desenfreno.
Amante de los licores desbordados y dulces como aquel primer beso inmortal.
Hoy eres el invitado más especial, el peregrino más esperado del templo.
Te recibo con la mesa adornada y bien servida.
Lavo tus pies con mis cabellos.
Te bendigo con incienso y mirra, en nombre de la Divina Señora.
Subo por tus piernas, rastreando sedienta tu daga desenfundada.
Mi tacto se regocija sintiendo tu piel, tus músculos, tu respiración...
todo crece, se agita, se ensancha, se expande...y yo me convierto en una puerta dilatada por la que puedes pasar si así lo deseas...
Nací para envolver tu espada con mis labios, para apaciguar tu ira con mi boca carnosa...
Encuentro la paz cuando siento-por fin- que entregas tu dureza a la blandura de mi lengua,
y allí me quedo, sin prisa, entrando y saliendo, bebiendo tu desconsuelo, succionando los recuerdos incrustados de la guerra, limpiándote el alma y el cuerpo de tanta crueldad, hasta conectarte con Ella, la Dama del Éxtasis y el Placer. La Creadora.
La que -embriagando- sana y protege.
Todo es convite, belleza, amor, Unicidad...
Desaguas tus mares en mi...y el Universo entero se estremece...
Más tarde sirvo en tu copa el mejor de los vinos y brindo contigo sin antes contarte algo, confesarte una verdad: -" yo también soy tuya, yo también te pertenezco"-...

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