NIÑEZ
Yo cecí en un patio con un gran parral,
y frondozos árboles eran mis amigos.
Bajo su enorme sombra compartimos juegos
con mis dos hermanos y chicos vecinos.
Juegos inocentes que hemos disfrutado
quedaron guardados entre mis recuerdos.
Esos días fueron de dicha sin par,
en los que creabamos con dos latitas y un hilo
un teléfono,intentando hablar.
La hamaca en el árbol brindando sus ramas,
volando tan alto,llegando hasta el cielo.
Por la tardecita,al caer el sol,
la rayuela era nuestra diversión,
donde fuí campeona con el teje mágico
que mi tío Lalo me había creado.
Así por las noches oír croar las rnas,
jugando a la mancha y a las escondidas,
y por cada esquina ponerse a cantar
aquellas canciones que aún hoy recuerdo.
Noches estrelladas ,de veranos cálidos
con lunas plateadas,bañando de luz
nuestras ilusiones y cuentos fantásticos.
Hermosos recuerdos vienen a mi mente
y vuelvo a ser la niña feliz de ese entonces.
Inés Wibratt.
No hay comentarios:
Publicar un comentario