EL POZO SEGUN CREENCIAS DRUIDICAS
Una construcción en la superficie con un parapeto o muro circular, ovalado o cuadrado alrededor de una oquedad que penetra y conduce hacia las zonas subterráneas de nivel freático de la Tierra. En su fondo hay un estrato más o menos profundo de agua de la cual mana inagotablemente el líquido de la Vida, que es el agua. Esto es un pozo, sobre el que se instala una polea, para subir mediante un recipiente el agua del fondo. También se le suele poner una cubierta para impedir que la suciedad del exterior contamine el agua del interior.
Geográficamente
En toda la geografía europea existen miles de lugares que tienen un pozo considerado sagrado desde tiempos remotos, que aun en nuestros días son respetados y reverenciados. El número de ellos es variable; en Irlanda se ha estimado que hubo más de 3.000 de estos pozos, en Inglaterra 2.000, en el País de Gales y las Galias, otros tantos, y así sucesivamente por todas las zonas de Europa.
En España, los pozos consagrados o prodigiosos, están relacionados con deidades salutíferas o del Infra-Mundo. Esto es lo que sucede con el dios Airon o Aironi, el cual tuvo dedicado un altar en un lugar conocido como Fuente Redonda, perteneciente al municipio de Uclés, en la provincia de Cuenca, territorio perteneciente a las tribus Olcades. Éste es uno de esos teónimos que han pervivido a conquistas y evangelizaciones, pues son ejemplos evidentes de la continuidad de arcaicos calificativos y cultos, ya que existen en la actualidad en España varios pozos llamados “Airones”, donde aun se celebran ritos, usanzas y prácticas populares de raigambre pre-cristiana.
El diosAirón es una divinidad pre-romana, enraizada en los cultos y ritos populares de las gentes (celtas o celtíberas) de la península, vinculado a las aguas subterráneas y recónditas, y consecuentemente enlazado a los pozos, los cuales son también umbrales que dan acceso al Inframundo. Divinidad otorgadora de la vida, pero también regente de las esferas del Inframundo, tuvo un culto muy extendido en toda la península, pues existen en España más 100 topónimos relacionados con el nombre de Airon. En Francia se han hallado 7 nominaciones a este dios, 1 en Portugal y 1 en País de Gales. Ocurre con frecuencia que el nombre de Airón se halla enmascarado con calificativos que pueden despistar, tales como: pozo Lairon, pozairón, pozo Ayrón, pozo Hirón, pozo Irón, pocirón o pozirón.
Al parecer de algunos filólogos e investigadores de la cultura celta en España, como Juan Luis García Alonso, Alberto Lorrio (“El dios celta Airón y su pervivencia en el folclore y la toponimia”). M.Almagro Gorbea, Ramón Sainero y etc., el Dios Airon o Aironi, tiene un notorio nombre celta o celtíbero.
Sin embargo, hay otras deidades peninsulares relacionadas con el culto a las aguas, manantiales y fuentes, pero también de pozos salutíferos o higiénicos, tal es el caso del Dios Bormanico, como así señalan dicha relación los restos arqueológicos descubiertos en Portugal, en Caldas das Taipas y Caldas de Vizela e investigadores como Leite de Vasconcelos. Dicha Divinidad local puede ser considerado como el espíritu custodio de las aguas termales de la región. Algunos investigadores piensan que el culto que recibió no fue tan local y que se halla incluso en la Galia, siendo además la misma deidad que aquella que recibe el nombre de Bormano, Bormo o Borbo. La raíz en su nombre provendría del idioma indoeuropeo *bher (“hervir, agitar, bullir”).
Otro de los pozos sagrados y reales más conocidos de Europa, es el renombrado como de Saints-Fortes, situado en la cripta subterránea de la famosa catedral de Chartres, en Paris (Francia). El pozo de 37 metros de profundidad ha sido ya verificado como de antiguo uso druídico. Su nombre proviene de una alteración de “santos lugares fuertes” debido a que la energía emitida y el poder de su agua, proviene de siete fuentes diferentes. Este pozo era muy popular puesto que se creía que sus aguas curaban a los enfermos que las bebían y después dormían en la cripta, no lejos de la imagen de una telúrica diosa negra con niño (Matres), reconvertida posteriormente en virgen cristiana y conocida como “Nuestra Señora de Bajo Tierra”, (Notre Dame de Sous-Terre) la cual no llevaba corona de lirios, sino hojas de roble.
Evidentemente, podrían citarse cientos de estos pozos reales por toda Europa, cada uno con sus singulares leyendas, pero tales ejemplos sobrepasarían con creces el objetivo de este ensayo.
Además los pozos históricos y reales, han coexistido con los míticos y legendarios. A este respecto quizá el más famoso de las sagas celtas irlandesas sea el Pozo de Segais. Las versiones de esta leyenda son numerosas y aquí reflejaremos sucintamente una de ellas:
En la mitología céltico-irlandesa, el pozo de Segais (también conocido como el Pozo de Coelrind, Pozo de Nechtan, y Pozo de Connla) es uno de los pozos del Otro mundo que es descrito como ” Pozo de la Sabiduría” o ” Pozo del Conocimiento” y es el manantial original míticamente hablando, de algunos de los ríos más importantes de Irlanda.
Dicho pozo es el hogar del salmón de la sabiduría o del Conocimiento, y se halla flanqueado por nueve avellanos, que también simbolizan el conocimiento y la sabiduría. Comer las avellanas cuando éstas ya habían caído al pozo, beber de su agua o capturar y comer del salmón que comió dichas avellanas, concedía al afortunado, el conocimiento y la inspiración poética.
Sería factible pensar, que la Divinidad conocida como Nechtan, a pesar del papel menor que juega este dios en la mitología céltico-irlandesa, sea la deidad primordial acuática de las aguas dulces y consecuentemente también de los pozos, ya que era guardián del Pozo, que llevaba su nombre “Pozo de Nechtan” y del manantial del cual brotan, míticamente, todos los ríos de Irlanda. Pozo que tenía la fuerza para hacer explotar los ojos de aquellos que no tenían permiso del dios para acercarse, pretendieran robar sus aguas o ver su fondo, como según cuenta el mito que le sucedió a la diosa Boand.
Otro pozo mítico famoso que se cita en la Segunda Batalla de Mag Tuired, dentro de las sagas irlandesas, es el “Pozo Slane (Sláine)”, también nombrado como Loch Luibe, en el cual el Dios de la Medicina irlandés, Dian Cecht, junto a dos de sus hijos; Octriull y Miach, y también con su hija Airmed, cantaron hechizos y conjuros sobre dicho pozo. Tales conjuros conferían nueva vida a los guerreros caídos en la batalla, excepto a aquellos que les hubieran cortado la cabeza, la membrana del cerebro o dañado la columna.
En otra leyenda irlandesa “Las aventuras de los hijos de Eochaid Mugmedón” como trasfondo de un episodio de sucesiones regias entre la leyenda y la historia y entre los finales del siglo IV de la E.C y comienzos del siglo V de la E.C., en entorno que ya empieza a cristianizarse, se cuenta como el espíritu custodio de un pozo, es a la vez la Diosa de la Soberanía de Irlanda que se presenta como aborrecible vieja bruja siniestra. El relato continúa, desde el punto que nos interesa, de la siguiente manera: ….
“…y Sithchem lleva a los hermanos al herrero, que fabrica armas para ellos y los envía a cazar. Cada hermano busca agua y encuentra un pozo guardado por una hechicera horrible que les pide un beso a cambio de agua. Fergus y Ailill se niegan y vuelven con las manos vacía. Fiachrae le da un pequeño beso, pero no es suficiente para satisfacerla. Sólo Niall la besa de verdad, y la bruja se convierte en una hermosa doncella, la Soberanía de Irlanda. Concede a Niall, no sólo el agua, sino la corona por muchas generaciones -veintiséis de sus descendientes serán Reyes Supremos de Irlanda. A Fiachrae le concede un linaje real secundario -dos de sus descendientes Náth y Aillil llegarán a ser soberanos de Irlanda”.
El profundo arraigo popular de estos cultos y ritos animistas en las mentes de los celtas, nunca pudo ser borrado por la nueva religión cristiana aunque finalmente ésta logró suplantarlos, falseando y embaucando a los conversos y creyentes.
Después de diversos intentos infructuosos a lo largo de años, fue el papa Gregorio I quien decretó que todos los lugares de cultos paganos fuesen cristianizados, adjudicándoles nuevos nombres de santos y santas, y construyendo además sobre ellos o su alrededor oratorios o santuarios cristianos, ermitas o capillas con tal de integrarlos en la fe crística, aprovechando de esta manera, las peregrinaciones paganas a dichos lugares sagrados y la veneración que recibía el espíritu custodio divino, ahora bajo denominación y apariencia cristiana.
«No hay que destruir los templos paganos de ese pueblo, sino únicamente los ídolos que hay en los mismos; después de asperjar esos templos con agua bendita, erigir altares y depositar reliquias; porque si tales templos están bien construidos, perfectamente pueden transformarse de una morada de los demonios en casas del Dios verdadero, de manera que si el mismo pueblo no ve destruido sus templos, deponga de su corazón el error, reconozca el verdadero Dios y ore y acuda a los lugares habituales según su vieja costumbre…»
Gregorio I
No obstante a pesar de los esfuerzos papistas y cristianos de todas las épocas, para suprimir o reconvertir los cultos, ritos y lugares como los pozos sagrados pre-cristianos en lugares santos de la cristiandad, se debe aclarar, que la fortaleza del arquetipo y paradigma pagano continúa vigente y se prorroga en el Inconsciente. Aunque las formas hayan podido variar en sus fórmulas y presentaciones, la esencia sigue siendo la misma.
En los simbolismos
En algunas cofradías iniciáticas, el pozo abundante, es decir, el que no es estéril porque contiene agua, es símbolo del alma humana y siendo el líquido, el esotérico conocimiento que se ha de beber, sin temer a la oscuridad del conducto que espera nuestro descenso, antes de arribar a su base húmeda. Sus bordes son las fronteras entre los límites del consciente y del sub-consciente. El espacio silencioso y oscuro del pozo y las paredes que lo encierran, se conciben como un estrecho sendero de misterio que es inevitable recorrer, mientras que en el origen de su profundidad, rebasando sus aguas, se percibe el umbral del atávico Infra-Mundo (Tir Andomain, Andumnos) y el Mundo espontáneo del Inconsciente.
En el exterior puede haber excavados en el suelo algunos peldaños, orientados hacia el sur, para que los postulantes y solicitantes puedan arrojar sus exvotos u ofrendas al divino espíritu custodio que ampara y auxilia al peticionario, concediéndole la ayuda solicitada, sea en forma de sanación, fortaleza, alivio o protección, o como vaticinios de eventos posteriores. Una deidad que allí se alberga, que es además mónada protectora del pozo y una entidad intangible vinculada a la Luna que se refleja en las aguas de los pozos abundantes. Así pues, los pozos y manantiales albergan espíritus de divinidades o de espíritus custodios y están vinculados a ritos votivos de curación, de adivinación o vaticinios. Los pozos siendo receptáculos de las aguas que brotan de los manantiales, son conexiones entre el mundo de arriba o de los vivos y el mundo de abajo, de los muertos o inframundo. Es purificador pero también armonizador ya que conjuga las energías procedentes del cielo con las procedentes de lo profundo de la Tierra.
Druídicamente se intuye y se sabe que el agua, como líquido elemento es un excelente vehículo para transportar, no solo minerales esenciales para la vida, sino también energías sutiles. Por ello, el agua de los pozos proveniente de arroyos o manantiales subterráneos profundos, mana con sus propiedades sanadoras incorruptas, debido a los elementos obtenidos en su curso, pero también cargada con energías no solo sanadoras sino también creativas. Es decir, el agua de un pozo, brota merced al influjo de la Luna, con Poesía, la cual es mucho más beneficiosa o protectora, cuando se recoge en determinados momentos memorables druídicos, como puede ser la misma noche de Samhain (Samonios) o en Beltane (Belotenia)
Druídicamente es obvio, que si el agua de un pozo sagrado es poesía, es la Divinidad de la sanación y de la poesía, Brigitt o Brigantia, quien con su espíritu protege algunos de estos pozos, especialmente los salutíferos, o aquellos pozos cuyas aguas producen sopor y donde el caminante o peregrino se recuesta para descansar, y cae en un profundo pero plácido sueño reparador y reposado, despertando de su somnolencia con nuevos dones artísticos.
Se debe mencionar que numerosos pozos de Irlanda se asocian con Santa Brigida, siendo el principal, el pozo situado en la Abadía de Kildare. No hará falta aclarar que Sta. Brigida, es el nombre cristianizado, como casi todos saben, de la antigua diosa celta Brigitt.
Otra diosa britónica, Coventina tutelaba un manantial y un pozo sagrado en la fortaleza romana de Brocolita (Carrawburg actual, en Northumberland, Noreste de Inglaterra) en el Muro de Adriano.
En los simbolismos, entre los celtas, la oquedad de los pozos fueron contempladas también como el útero o canal vaginal de la Madre Tierra, por los cuales la vida podría brotar o asomar súbitamente, o en su defecto, de una deidad tutora tribal, como así parece sugerir algunas de las imágenes halladas representando a la divinidad celto-irlandesa conocida como Sheela-Na-Gig, las cuales fueron halladas alrededor de algunos pozos sagrados de Eire, en grabados en piedra.
Esta divinidad menor, simboliza la abundancia o proliferación, pero sobre todo la fertilidad, ya que como muestra su forma y postura contorsionista, con sus extremidades abiertas, manteniendo abierta su vagina, exageradamente grande con respecto a su figura.
Estando, los pozos asociados al dolmen y a la Diosa Madre, en la Galia la tutela de estos pozos es administrada por Belisama, divinidad de las aguas dulces que da nombre a varios ríos galos como el Beauce.
Hay que indicar también, que ya desde épocas paganas, los pozos, las aguas de su fondo y el espíritu divino que las protegía, tuvieron varios cometidos. De esta manera se pensaba que había Pozos de Sanación, Pozos de Deseos, Pozos Oraculares y hasta Pozos de Maldición, donde los peticionarios, solicitaban la intervención favorable del espíritu divino que albergaba el pozo, para curar dolencias o enfermedades, o aliviarlas al menos, para pedir vaticinios, ayuda o asistencia en algún asunto o para pedir justicia o venganza.
Los rituales que se realizaban para tales fines consistían en rodeos de tres o nueve vueltas alrededor del pozo, siempre en deosil (en la dirección del sol), beber, bañarse o mojarse, incluso llevarse el agua para después rociar hogares, parientes y animales. Como agradecimiento se dejaban ofrendas variadas como prendas o retazos de tela colgadas en las ramas de los árboles o en los arbustos cercanos al pozo o arrojaban como exvotos, objetos diversos al fondo del pozo. Árboles y arbustos que adquirían una sacralidad extra, por el hecho de haber crecido, próximos o colindantes a un pozo sagrado.
Otros de los rituales que en tiempos pre-cristianos se realizaban en algunos de esos pozos, era el de beber de esa agua sanadora que se hallaba vinculada al Otro Mundo, en un recipiente especial hecho con el cráneo de una cabeza humana cortada, con el objetivo de crear una lazo directo con los espíritus de los fallecidos que se creía, ya estaban en ese Otro Mundo.
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