martes, 31 de julio de 2012


CURSO DE ANGELES
LECCION 27 
DICTADO POR ALEXIIS
PUBLICAO POR MARIA ELENA SYRO P
LOS ÁNGELES LUNARES
Así como hay Ángeles regentes para todos los días del año solar, o más exactamente, un Ángel para cada cinco días, hay Ángeles que dominan el ciclo lunar, mucho más corto que el solar.
La Luna se renueva cada veintiocho días, y, como veremos, hay un Ángel tutelar para cada día. Del mismo modo que sus hermanos solares, también los Ángeles Lunares son portadores de dones y virtudes para los seres humanos.
Cada uno de ellos materializa y transmite concretamente las energías que vienen activadas por el paso de la luna en los diversos grados del Zodíaco.
Cada Ángel posee una individualidad propia particular, incluso, para ser exactos, él es la esencia misma de la virtud de la que se ha hecho intermediario.
Por ejemplo, el Ángel Nº. 8, Manediel, el portador del valor, Él es el valor mismo; su modo de ser es la quintaesencia misma del valor, y no podría ser de otra manera puesto que, como sabemos, el Ángel es ley, incluso representa la estricta aplicación de una ley puesto que el Ángel no puede elegir actuar o portarse de otro modo.
El Ángel es la emanación directa de una gran energía de amor y armonía, ningún pensamiento que no sea luminoso y sereno puede penetrar en su mundo de belleza y devoción.
Toda Legión Angélica cumple su misión con imperturbable determinación, en el ámbito del campo de acción que le ha sido atribuido.
Los Ángeles que se ocupan de los seres humanos vuelcan en ellos toda la potencia y la energía de los cuales son portadores. Nosotros somos Su Misión. Con todos nuestros defectos y nuestros problemas somos el medio a través del cual también el Ángel crece y evoluciona.
No hay límites a su capacidad de dar, así como no hay límite a nuestra posibilidad de pedir. La falta de requerimiento de ayuda por parte nuestra, crea algo como un bloqueo en la energía del Ángel. Al Ángel lo que lo pone en marcha, es nuestra petición de ayuda o de colaboración.
Los Ángeles acceden con alegría a realizar nuestros deseos, ya que están deseando intervenir en nuestra vida; el único impedimento está representado por el karma de cada uno de nosotros. Si la realización de un deseo nuestro está en contra de aquello que representa nuestro destino o karma, aquel deseo no será escuchado por mucho que podamos rogar e insistir.
A continuación los nombres de 28 Ángeles lunares y los dones de los que son portadores. Notarás que hay dos Amixiel, respectivamente en los Nro. 3 y 28:
1. GENIAL – El portador de un porvenir mejor
2. ENEDIEL – Ofrece ayuda providencial
3. AMIXIEL 1º – Interviene en el mundo del trabajo
4. AZARIEL – Realiza los deseos
5. GABRIEL – Refuerza la pureza de los sentimientos
6. DIRACHIEL – Favorece el comercio
7. SEHELIEL – Custodia las buenas intenciones
8. MANEDIEL – Es portador de coraje
9. BARBIEL – Ayuda en la resolución de los problemas
10. ARDEFIEL – Desarrolla la lógica y la racionalidad
11. NECIEL – Ofrece nuevas ideas e intuiciones
12. ABDIZUEL – Es portador de afortunadas coincidencias
13. JAZERIEL – Ayuda a los cambios afortunados
14. ERGEDIEL – Es el protector de la belleza física
15. ATALIEL – Favorece las ganancias en dinero
16. AZERUEL – Favorece la meditación y la reflexión
17. ADRIEL – Refuerza la voluntad
18. EGIBIEL – Favorece la concepción y la maternidad
19. AMUTIEL – Ayuda a desenredarse de las dificultades
20. KIRIEL – Favorece el equilibrio interior
21. NETHNAEL – Portador de bondad y generosidad
22. GELIEL – Ayuda a la realización de los proyectos
23. REQUIEL – Portador de clarividencia
24. BARINAEL – Favorece la afirmación personal
25. AZIEL – Protege en los cambios de trabajo
26. TAGRIEL – Portador de creatividad
27. ALHENIEL – Acrecienta el poder personal
28. AMIXIEL 2º – Desarrolla el amor por el conocimiento.
Para conocer el nombre del Ángel dominador del día en el que estamos viviendo, es necesario dotarse de un calendario que traiga las fases lunares.
El calculo parte del día en el que se forma la luna nueva (señalada en el calendario con un círculo negro).
Durante el primer día de la luna nueva reina el Ángel Nro. 1, Genial. El día siguiente le tocará el turno al Ángel Nro. 2, Enediel, y así sucesivamente.
Si, por ejemplo, deseas cambiar de trabajo, será bueno pedir la ayuda del Ángel justo, Aziel. Naturalmente, podrías dirigirle peticiones y plegarias en cualquier momento, pero alcanzarán la máxima eficacia el día exacto en el que el Ángel domina. Estará propenso a dispensar la energía de la que es portador.
Es útil recordar que si la realización de una petición debiera resultar dañina para nuestro porvenir, o para el de otras personas, difícilmente se nos concederá lo que pedimos.
El Ángel trabaja en un mundo de absoluta armonía y benevolencia, no ayudaría jamás a un ser humano a expensas de otro o contra las reglas celestiales de justicia, inocuidad y sinceridad.
Frecuentemente, cuando nosotros deseamos ardientemente una cosa, estamos totalmente obcecados por la fuerza misma de nuestro deseo, y no logramos darnos cuenta de si hay una insidia al acecho; son los límites de la naturaleza humana, a los que la potente naturaleza angélica pone remedio.
El Ángel es disponible, afectuoso, pleno de amor y fraternidad, pero no olvidemos JAMÁS que no es subalterno nuestro y, ni mucho menos, ¡está sujeto a nuestras órdenes!
Por muy pequeño que pueda ser el Ángel con el que entramos en contacto, no olvidemos ni por un instante que estamos frente a una Potencia infinitamente más grande que nosotros.
EL PODER PERSONAL
Todos los que estamos aquí en la tierra tenemos nuestras propias fuentes de poder personal. Hay quienes los desperdician y terminan sintiéndose y actuando como víctimas; hay quienes van hasta el otro extremo con sus poderes y generan situaciones que victimizan a otros. Nuestro poder es la energía que utilizamos para establecer quienes somos. La vida implica un equilibrio muy fino.
Si se nos quitó demasiado poder en la etapa de crecimiento, quizás lleguemos a sentirnos descontrolados e impotentes, y esto puede llevarnos a buscar el poder fuera de nosotros mismos. Si de niños se nos dio demasiado poder, quizás debamos superar el “síndrome del centro del universo” o cierta tendencia hacia la vanidad o el narcisismo. De cualquier manera, el poder personal depende de un delicado equilibrio.
Cuando estamos centrados hemos incorporado totalmente en nosotros mismos el poder personal y la fuerza de vida; podemos controlar la llama. Si no estamos centrados, la llama puede quedar fuera de control o ser tan débil que se apague por accidente.
El concepto de poder y equilibrio no es nuevo. Lo que quizás sea nuevo para algunos es la idea de que los Ángeles pueden ayudarnos a mantener el poder en equilibrio y luchar por nosotros cuando nos sentimos víctimas. Tal vez nosotros no lleguemos a ver esta lucha, ni a saber que se está produciendo, pero si confiamos en los Ángeles ellos siempre estarán allí, alentándonos a la victoria. Y, si vamos rumbo a un poder excesivo, ellos nos ofrecerán amables lecciones tendientes a moderar la llama.
Hay momentos en los que quizás debamos confiar en otras personas para definir quiénes somos y para darnos una ilusión de seguridad. Pero esto puede generar problemas. La única seguridad sobre esta tierra proviene de nuestro propio interior. La seguridad es sólo una ilusión; la verdadera seguridad sólo existe cuando nos sentimos felices de ser quienes somos.
No hablo de la felicidad externa; me refiero al hecho de saber en lo profundo del corazón que no importa dónde estemos ni lo que ocurra a nuestro alrededor: todo está bien puesto que nosotros somos básicamente felices y tenemos recursos para entretenernos. Se trata de un poder verdaderamente mágico, con el que los Ángeles adoran jugar.
Cuando alcanzamos esa forma mágica de ser, las leyes (los Ángeles) del universo trabajan a favor nuestro y nos brindan amigos maravillosos y relaciones interesantes.
Por el contrario, si estamos constantemente buscando nuevos amigos y relaciones con la convicción de que ellos llenarán un espacio que nos falta en la vida, repeleremos a las personas. Una vez más, esto nos vuelve a levar a ser nosotros mismos. Somos especiales, extraordinarios, destacados y muy capaces de tener lo que queremos. Cuando conozcamos esa verdad en lo profundo de nuestro ser, otros de parecer similar también lo sabrán y se sentirán atraídos por nosotros. Entonces las personas traerán embellecimiento para la vida en lugar de desengaños.
Quienquiera que seamos en este mismo momento, y cualquiera sea el pasado de donde provengamos, tenemos nuestro propio poder personal, y si lo utilizamos con equilibrio y armonía nos proporcionará una forma de ser felices y libres. Podemos cambiar de rumbo, revertir costumbres negativas, romper moldes viejos, divertirnos, ser una persona nueva, comenzar una carrera, convertirnos en artistas o poetas o en lo que nos dice el corazón; para todo hace falta dirigir la energía hacia un objetivo en especial; es la energía que viene de nuestra propia fuente de poder interior, el Yo Superior, con el que los Ángeles están en contacto cercano.
Las prácticas te demostrarán cómo pueden ayudar los Ángeles a mantener el poder personal fresco y energizado en lugar de rancio y aplastante, a proteger el poder personal de las influencias negativas y a aprender a cruzar los límites adecuados.
ÁNGELES DE VINCULACIÓN
Así como todos tenemos Ángeles personales que nos han sido asignados (Ángeles acompañantes o de la guarda) todas las relaciones tienen también Ángeles guardianes. Estos ayudantes celestiales provienen de una clase de seres llamados Ángeles de Vinculación o Coordinación.
Cada pareja, cada amistad tiene uno, cada equipo de trabajo, cada familia. Su presencia es cálida y reconfortante; hace que nos sintamos abrazados y a salvo. Como su campo energético es más grande que el nuestro, nos expanden, abriéndonos a mayores posibilidades de comunicación con otros. Ese enorme campo energético nos incluye también a nosotros, junto con nuestros guardianes personales; por eso no corremos peligro al aventurarnos más allá de cualquier vacilación o timidez que pueda inspirarnos alguien.
En cualquier relación hay tiempos buenos y tiempos en los que surgen problemas o conflictos. Estos pueden ser preocupantes, pero en verdad nos ayudan a crecer y a curar problemas que nos acompañaron toda la vida.
Toda relación en la que entramos se basa, hasta cierto punto, en las primeras relaciones que jamás hemos tenido: con nuestros padres. De ellos aprendemos patrones de relación, tanto buenos como malos. Si examinamos lo que no está funcionando en una relación actual, con el objetivo consciente de identificar nuestros modelos negativos, en vez de culpar al otro, tenemos la oportunidad, no sólo de recomponer la relación, sino también de curarnos nosotros mismos.
Cuando trabajamos con los Ángeles de Vinculación, expandimos nuestra capacidad innata para la felicidad y la comunicación sincera. Si hay tensiones o malentendidos, convocar a los Ángeles de Vinculación allana los puntos escarpados y facilita la reconciliación.
Aparte encontrarás un ejercicio para sintonizar tus Ángeles comunicantes, para que puedas hablar con ellos cada vez que necesites algo más de luz en una relación.
Puedes ponerte en contacto con el Ángel de la Vinculación cuando estés en un momento gozoso de las relaciones para expresarle tu placer y tu gratitud. Si la relación se torna espinosa, no olvides reconectarte.
También puedes utilizar esta sincronización cuando estés lejos de la familia o los amigos y desees conectarte con ellos en un plano energético. En el trabajo y en proyectos conjuntos, si otros han aprendido también a hablar con sus Ángeles, este ejercicio puede mejorar notablemente el trabajo y ayudar a que todo marche de manera más fácil, eficiente y creativa.
EL ÁNGEL DE LA PAZ
Paz es armonía, un libre fluir de varios elementos que trabajan juntos para permitir la creatividad y el crecimiento. La Paz es una energía que impregna el universo. No es pasiva, sino activa.
La verdadera Paz es la del corazón. Que en el mundo haya guerra o Paz no depende sino de que la haya en el corazón de los hombres.
Estar en Paz es situarse más allá del conflicto, más allá de la dualidad característica del ego, más allá de las formas exteriores, más allá de los contrarios. Es permanecer conectado con la Fuente del Ser y descansar en ella, incluso cuando estamos realizando una actividad externa.
La verdadera paz no es, pues la exterior, obtenida a base de convenciones, pactos y arreglos, sino la que surge del interior, directamente del alma.
La verdadera paz invade, es contagiosa y nos acerca a los Ángeles.
Si invocas al Ángel de la Paz tienes el poder de poner colaboración y paz a problemas o personas de tu vida. Al hacerlo, abres nuevas puertas para que la energía de la paz entre a nuestro mundo.
Si eliges a este Ángel, debes saber que eres un agente para el cambio, un mensajero del principio que está transformando la conciencia de este planeta. Los Ángeles de la Paz portan las visiones y la energía que necesitamos para hacer esto.
Pegúntate cuáles son tus sueños más profundos y recuerda que, al poner paz en tu propia vida, sueños aún más grandes que éstos se manifestarán para todos.
También es importante invocarlo después del fallecimiento de un ser querido, para que lo acompañe en el proceso del alma para despegarse de la tierra.
El Ángel de la Paz anula vibraciones nocivas que quieren atacar el hogar, oficina, comercio, etc. Favorece el bienestar físico y psíquico de las personas. Atrae los espíritus positivos y trabajadores de la naturaza. Ayuda al crecimiento y floración de todas las especies de plantas. Protege la salud y buen carácter de los animales domésticos.
Este Ángel nos habla sobre la nueva humanidad como sigue:
“La morada que antes era una casa o un cuerpo ahora es luz y con ella puede transformarse cada espacio y cada tiempo. La luz de la nueva humanidad es la luz brillante que no se apagará, es la luz dorada de la hermandad de seres que ya están brillando en el Universo.
Ustedes, los que están en contacto con los Ángeles, van a sentir la paz que está cubriendo todo el mundo con un nuevo manto de protección y amor”.
Te propongo que:
Busques un lugar apacible donde nadie te moleste.
Tranquilízate y relájate como en cualquier ejercicio de meditación, e intenta mantener tu mente en blanco.
Persuádete de que el Ángel de la Paz está contigo en todo momento, prescinde de aquellos pensamientos y sensaciones que te hacen sentir intranquilo; no les hagas caso.
Cuando sientas que te rodea una paz ilimitada, luminosa y angélica, siente cómo todo tu ser absorbe esta luz y se funde con ella. Es el Ángel de la Paz.
PROGRAMACIÓN ANGÉLICA Nº 20
Alivio del Dolor
Para evitar el sufrimiento y el dolor los seres humanos hacemos cosas inteligentes y otras que no lo son tanto. No resulta difícil comprender por qué queremos evitar sensaciones de dolor y frustración. La pena, la angustia, la soledad, la culpa, el rechazo, el temor, el remordimiento y el odio no son experiencias divertidas.
A fin de evitarlas, muchos de nosotros las aplazamos y las ignoramos, con la esperanza de que todo se resuelva sin ningún esfuerzo de nuestra parte. Tomamos medicinas para eliminar el dolor; nos rodeamos de mucho por hacer para no tener tiempo de enfrentar el dolor; caemos en depresiones profundas y vivimos en mundos de fantasía del pasado o del futuro.
Todas estas defensas contra el dolor impiden que experimentemos la vida en el presente. Has escuchado hablar de la importancia de vivir en el presente, pero esta simple verdad suena a repetición puesto que el presente es el único momento que tenemos. Quizás has escuchado decir que los peores problemas son aquellos que nunca suceden; en otras palabras, que sólo existen en nuestra imaginación.
Dedicamos un valioso espacio de la imaginación a preocuparnos por cosas que nunca sucederán. Las experiencias desagradables de la vida no serían tan malas si las conjugáramos en presente. Vivir plenamente el presente puede resultar fascinante; todo depende de la actitud que tomemos hacia la vida.
La sociedad en que vivimos se inclina por liberarse del dolor; buscamos alivio inmediato, cuanto más inmediato mejor. Si tenemos un leve dolor de cabeza, un anuncio publicitario en la televisión nos recuerda que tenemos que tomar una aspirina para liberarnos del dolor. Estamos tan convencidos de que el dolor es algo malo que, cuando sufrimos cualquier tipo de dolor, nos sentimos fracasados.
El hecho de utilizar nuestro propio dolor como una lección o como un punto de inflexión positivo en la vida puede hacer de ese dolor la lección más valiosa que jamás hayamos imaginado, y que nos llevará a la grandeza. El Dr. Bernie Siegel se refiere al dolor y al sufrimiento como “la tecla para reemplazar a Dios”, un mensaje que nos lleva a repensar nuestro camino, quizás a cambiar de carácter y de destino, y a “encontrar el modo especial en que cada uno puede contribuir con amor al mundo”.
Si existe el dolor en nuestra vida y en nuestro cuerpo vamos a pedirles a los ángeles que nos ayuden a comprender el significado superior que ello tiene para el camino de la vida. Les pedimos que nos conduzcan hacia la verdadera fuente de dolor y que nos ofrezcan guías de cómo aliviarlo de manera natural y para nuestro mayor bienestar.
Si hay alguna situación que resulte demasiado difícil de enfrentar con honestidad, es decir, si hay algo en la vida que todavía no estamos dispuestos a enfrentar porque nos sentimos solos, debemos saber que no estamos solos. Los Ángeles están allí junto a nosotros; cuando estemos listos para admitir algo que nos causa dolor, ellos nos admirarán y recompensarán por haberlo hecho.
Veamos el dolor desde una nueva perspectiva. ¿Qué es el dolor exactamente, y por qué es tan horrible? ¿Por qué resulta tan difícil ver sufrir a otro ser humano? ¿Qué haríamos si un ser amado estuviera sufriendo una enfermedad terminas y nos pidiera que lo ayudáramos a morir? ¿Por qué el suicidio genera tanta angustia a los que se quedan? ¿Significan algo estas preguntas? ¿O sería mejor evitarlas?
Pregunto todo esto porque muchas veces asumimos el dolor de otra persona y terminamos juzgándolo desde nuestro punto de vista. Quizás nos preguntamos por qué esa persona no se dedica a recuperarse y a vivir. Cuando experimentemos dolor, vamos a hacernos acompañar por un Ángel y no por un destructor del dolor. Mediante el diario vamos a preguntarnos: ¿Estoy evitando una supuesta situación de dolor? ¿Estuve tolerando una forma degradada de dolor para evitar un arrebato de dolor más intenso?
Vamos a formular un pedido y enviarlo a los Ángeles afirmando que estamos dispuestos a mirar abiertamente la razón del dolor que sufrimos. Y luego recibamos la ayuda desde lo alto.
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