miércoles, 25 de julio de 2012




SI ALGUNOS PENSABAN CONOCER A EVA PERON, LEAN ESTO POR FAVOR, ESTA ESCRITO POR ELLA MISMA EN UN CURSO QUE DICTO PARA DIRIGENTES PERONISTAS.

Escuela Superior Peronista
1951

Clases de Eva Perón
Estas clases, dictadas por Eva Perón en la Escuela Superior Peronista, fueron
publicadas por “Mundo Peronista” en 1952.

PRIMERA CLASE DICTADA EL 15 DE MARZO DE 1951

Es para mí un placer y un honor muy grande poder hablar a los peronistas des-
de esta tribuna y, sobre todo, poder hacerles llegar mi modesta voz en una de
las materias más queridas para los peronistas: "La historia del peronismo".
Cuando el director de la Escuela Superior Peronista me pidió que yo dictase un
curso extraordinario en ella, advertí su gran importancia y quise medir la res-
ponsabilidad que significaba para mí el narrar, en cierto modo, el extraordinario
capítulo de nuestra historia que estamos viviendo y que las generaciones veni-
deras sabrán apreciar, porque en él estamos construyendo la grandeza de la
Nación.
Yo me alegré, entonces, porque hablar de la historia del movimiento peronista,
era, en cierto modo, recordar con ustedes, con los alumnos de esta escuela, con
hombres y mujeres peronistas de corazón, todas las jornadas de lucha y de glo-
ria de nuestro movimiento, vividas en estos pocos años, en una Patria tan cara
para nosotros. Cuando el doctor Mendé me habló para que dictara esta clase,
pensé que si bien significaba una gran responsabilidad, hablar de la historia del
movimiento peronista era un honor para mí, que había vivido sus difíciles mo-
mentos, su gestación, sus triunfos y la culminación de sus realidades. Por eso
acepté dictar este curso.
Pensé que estos siete años del movimiento peronista podían medirse con los
pocos años de mi vida, porque los he vivido con gran intensidad. Y digo pocos
años, porque para mí es lo mismo que para aquella viejita a quien San Martín le
preguntó qué edad tenía, y que contestó al Libertador que era muy niña, porque
tenía la edad de la Patria. Para mí la vida empieza el día en que mi camino se
encontró con el camino del general Perón, día que yo siempre he llamado con
orgullo "mi día maravilloso". Es por eso que desde el día en que conocí al gene-
ral Perón, yo le dediqué mis ensueños de argentina y abracé la causa del pueblo
y de la Patria, dando gracias a Dios de que me hubiese iluminado para que, jo-
ven aún, pudiera brindar mi vida al servicio de una causa tan noble como es
ésta de Perón.
Yo me di cuenta de que la historia del peronismo necesitaba una explicación y
de que esa explicación sólo se puede dar ubicando al peronismo en la historia
de nuestro pueblo, y, más aún, en la historia del mundo. Y advertí que era tam-
bién necesario poseer algunos conocimientos de historia universal y de la filoso-
fía de la historia; y aunque siempre he tenido un amor extraordinario pro la his-
toria, reconozco que solamente me he detenido en las páginas de los grandes
hombres, porque he querido siempre hacer un paralelo entre los grandes hom-
bres y el general Perón. Es que la comparación de nuestro Líder con los genios
de la humanidad siempre me resultó interesante, y he llegado tal vez por mi
fanatismo por esta causa que he tomado como bandera –y todas las causas
grandes necesitan de fanáticos, porque de lo contrario no tendríamos ni héroes
ni santos-, a hacer un paralelo entre los grandes hombres y el general PERON.

Pero para poder lograr la obra ciclópea del general Perón, hay que buscar la luz
en otros factores: en el pueblo y en el Líder. La historia del peronismo que yo
vengo a dictar aquí, no será más que la historia de ellos, de esos grandes amores
de mi vida, que junto con la Patria llenan todo mi corazón. Para que esta histo-
ria de siete años que todos nosotros vivimos tan felizmente sea explicada, te-
nemos que empezar aceptando que debemos comenzar por definir quiénes fue-
ron sus personajes. Pero en realidad, si se analiza a fondo todos los personajes
de las épocas de los pueblos, hallaremos allí dos clases de personajes: los genios
y los pueblos, y aquí, en la historia del peronismo, no hay más que dos persona-
jes, solamente dos: Perón y el pueblo.
La historia del peronismo, como la definiré más adelante, se reduce a dos per-
sonajes: el genio y el pueblo, Perón y los descamisados. Para tomarla, hay que
tomarla profundamente, y yo quiero llevar esto un poco por la historia univer-
sal, para después situarnos en la historia que nosotros los argentinos estamos
escribiendo a diario con nuestro apoyo, con nuestra fe y con nuestro trabajo si-
lencioso y a veces de renunciamiento, para colaborar con la obra ciclópea y pa-
triótica del general Perón.
Los críticos de la historia dicen que no se puede escribir la historia ni hablar de
ella, si se lo hace con fanatismo, y que nadie puede ser historiador si se deja
dominar por la pasión fervorosa de una causa determinada. Por eso yo me ex-
cluyo de antemano. Yo no quiero, en realidad, hacer historia, aunque la materia
se llame así. Yo no podría renegar jamás de mi fanatismo apasionado por lacausa de Perón. Yo solamente quiero hacer lo que dije aquí el día que inaugu-
ramos esta Escuela: que aprendamos, si es posible, que aprendamos a querer
aun más al general Perón. Eso es lo que voy a hacer y lo confieso honradamente
pensando en Perón, en su doctrina y en el movimiento. Desde aquí yo trataré de
hacer la historia del peronismo
Yo quisiera que las compañeras y los compañeros alumnos, en la próxima clase
que dictaré en esta Escuela Superior Peronista, quieran hacerme llegar cualquier
pregunta para aclarar cualquier punto de vista dentro de las líneas doctrinarias
en que hemos encarado estos cursos. Yo voy a hacer aquí la historia del pero-
nismo al servicio de la doctrina, de Perón y de la causa. Puedo tal vez hacerlo
porque saben bien todos ustedes los peronistas de la Patria, que Eva Perón, por
ser Eva Perón, es una misma cosa con Perón: donde está Perón, está Eva Perón.
Y yo pretendo ser eso, porque quiero que cuando vean llegar a Eva Perón uste-
des sientan la presencia superior del Líder de la nacionalidad. No ambiciono
nada más que comprenderlo en sus inquietudes, en sus sueños y en sus ideales
patrióticos. En estos ocho años de mi vida junto al Líder, no he hecho más que
auscultar su corazón, para interpretarlo y conocerlo y también para llegar mi
pensamiento a los compañeros que luchan por ideales comunes.
Perón hay uno solo y las fuerzas del
trabajo, al apoyar a Perón, apoyan al líder de los trabajadores argentinos, y no a
ningún partido político. Perón es la Patria, Perón es trabajo y Perón es bienestar.
Es así como genialmente ha dicho el General Perón; el justicialismo no puede
vivir sin el sindicalismo, pero no le arrienda la ganancia al sindicalismo sin el
justicialismo. Y tiene razón el General. Los que más sufrirán en nuestro país el
día que los argentinos tengamos la desgracia de no tenerlo más a Perón –porque
realmente va a ser una desgracia no tenerlo a Perón aunque él diga, con su ex-
traordinaria bondad, que nos seguirá dirigiendo desde su casa- no serán los
grandes, sino los pequeños, las fuerzas del trabajo, porque tras las serpentinas y
los fuegos artificiales que harán los políticos que le sucedan, vendrán los desen-
gaños y también las desilusiones. Para comprender a los trabajadores, hay que
amar profundamente a los humildes, y es como si Dios, en su infinita bondad,
ha querido darle a los argentinos a un hombre que lleva en su corazón todo el
amor y toda la comprensión por los trabajadores.
El General Perón ha puesto la tolerancia ante la intolerancia. Así es como yo he
querido juzgar al General Perón, tal vez como soy la más fervorosa peronista,
he querido encontrarle algún defecto, y el único que le encontré ha sido su ma-
ravilloso y gran corazón. Yo quisiera que a todos los hombres del mundo y a
todos nosotros nos encontraran ese mismo defecto. Perón, para mí que lo he
analizado profundamente, es perfecto.
Por eso, como yo creía que la perfección no la podíamos alcanzar dentro de lo
terrenal, les digo que no hay ni habrá jamás un hombre como Perón.

MARIA EVA DUARTE de PERON !!!!

Gracias EVITA POR ESTA MARAVILLOSA CLASE DE PERONISMO, ESTEN DON ESTEN TANTO VOS COMO EL GENERAL Y NESTOR KIRCHNER, AYUDEN A CRISTINA, POR EN ELLA, ESTAN LOS DESTINOS DEL PUEBLO Y DE LA PATRIA UNIDA !!!
Gustavo Adolfo
 Hernandez.


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