¡EL DOSSIER DE INICIACIÓN DE TUPAK!
EL FIN DEL MUNDO EN DICIEMBRE DE 2012… ¡NO EXACTAMENTE!
Se acerca el día, las inquietudes aumentan y, como todos sabemos desde el año 2010, corren rumores de que los calendarios Mayas terminan sus previsiones en el día fatídico del 21 de diciembre de 2012.
La finalización repentina de sus previsiones de futuro, que hasta el momento han sido verificables e increíblemente precisas, significa lógicamente que se trata del fin. Deformaciones y malos entendidos permiten creer en el fin del Mundo...
¡Con la llegada súbita de catástrofes naturales espectaculares nunca antes vistas, la inversión de los polos o incluso la llegada de un cometa o de una invasión extraterrestre! Más aún en tanto que las dudas crecen como consecuencia de los numerosos cambios climáticos recientes. Pero en realidad todo este sector de la población escéptica tiene conocimientos bien escasos sobre el verdadero significado del famoso calendario Maya por no hablar de sus conocimientos sobre la cultura de este pueblo.
Hablamos del calendario Maya en singular, pero hay que saber que los Mayas tenían varios calendarios:
- Un calendario sagrado de 260 días.
- Un calendario solar de 365 días.
- Un calendario lunar.
La profecía Maya
Para comprender la profecía Maya es necesario relacionar sus calendarios con otro elemento importante de su civilización: la pirámide escalonada... o pirámide cósmica.
La pirámide del gran Jaguar en Tikal, por ejemplo, consta de nueve escalones de evolución de la consciencia universal, las nueve ondas cósmicas que, según los Mayas, representan cada uno de los períodos de tiempo.
Cada escalón contiene un determinado número de años, que disminuye casi a la mitad al ascender y que constituyen un proceso paulatino que conduce al universo a su nivel de consciencia más elevado.
La novena onda, es decir, el noveno escalón de la pirámide, se correspondía con un período de 234 días entre el 9 de marzo de 2011 y el 28 de octubre de 2011. Este ciclo pretendía armonizar una toma de consciencia sobre nuestra evolución, de modo que nos adaptáramos a una renovación, a una especie de individualismo, con objeto de concienciarnos de la humanidad en su conjunto de cara a un cambio completo de nuestro comportamiento y nuestra forma de ser. Este ciclo correspondería a una especie de juicio final de la humanidad para “salvar el Mundo”, ¡o por lo menos lo que quede de él antes de que acabe el año 2012!
Para ello se recomienda no dejarse llevar por la sociedad del consumo como si fuéramos marionetas, ni actuar como borregos imbéciles que consumen, malgastan, destruyen sin control nuestro querido planeta sembrando sufrimiento en nombre de un beneficio ilusorio y sin la menor visión a largo plazo de las consecuencias de nuestros actos.
Esta filosofía de vida de rebaño manipulado por los medios de comunicación, por la publicidad, por los grupos de presión de las multinacionales, nos conduce directamente y a cualquier precio hacia un futuro sombrío, un triste camino sin luz. Debemos quitarnos sin dudar las anteojeras adheridas a nuestro egoísmo absurdo y ridículo, para así poder observar lo que pasa a nuestro alrededor y tratar de elevarnos hacia ese estado de consciencia universal indispensable para le retorno de la paz y de una felicidad certera: ¡LA CONSCIENCIA UNITARIA!
Esta Tierra tan preciada por la que circulan millones de vehículos a diario liberando gases que destruyen la capa de ozono, la misma de la que extraemos agua vital para nuestra supervivencia, en la que talamos bosques enteros sin preocuparnos de los dramas que se derivarán de la forestación, donde matamos animales por especies enteras, en la que contaminamos sin vergüenza su aire puro, cuyos suelos fértiles reducimos produciendo frutas y verduras “inmundas” a golpe de fertilizantes químicos, a la que tratamos de imponer aquello que no ha creado por sí misma...
Sí, te lo digo: nuestra madre Tierra está en peligro a pesar de que nos ha ofrecido todos los placeres, toda la felicidad y nuestros más hermosos recuerdos a través de sus variados paisajes en los confines del mundo, su diversidad, sus dulces perfumes de flores en primavera, sus puestas de sol a la orilla del mar...
Entonces, ¿por qué le hacemos hoy tanto daño en lugar de demostrarle nuestra gratitud cuidando de ella? Por suerte aún no es demasiado tarde para poner un poco de buena voluntad y rectificar nuestros errores del pasado.
Para crear "la armonía mundial" es indispensable dejar de lado nuestro ego, que es la fuente de tantos conflictos y se opone a esta energía vital que llamamos “Amor”.
Ya nadie (o casi nadie) se preocupa del bienestar de los demás; cada uno vive con egoísmo en su pequeña vida, tratando de subir escalones lo más rápido posible a costa de pisotear al prójimo. ¡Codicia, avaricia y egoísmo se han convertido en las tres fuentes del mundo irracional en el que se va a perder la civilización actual! Ha llegado el momento de reunir las energías positivas a través de las buenas voluntades. Lo esencial es velar por una concienciación planetaria tal que el ser más pequeño del otro lado del mundo desempeñe un papel activo en el futuro del planeta, sin que se trate de un tema de poder ni de dinero.
Los Mayas eran considerados profetas gracias a sus calendarios, que tenían la capacidad de formular predicciones sobre le futuro
La línea de tiempo de su calendario ha predicho a la perfección los hechos y grandes acontecimientos propios de nuestra evolución. Este descubrimiento ha revolucionado la humanidad, acabando con las certezas de las personas más cartesianas.
Gracias a sus extrañas profecías podemos saber que el universo cuenta con una forma de inteligencia inmaterial que sigue un plan muy concreto, de acuerdo con el cual los humanos deben evolucionar.
Los Mayas nos prueban del mismo modo que dependemos por completo de este plano cósmico, pero tenemos la posibilidad de hacer una elección.
Hasta ahora los Mayas han demostrado a través de su calendario que las nueve ondas cósmicas han traído los acontecimientos correspondientes para cada uno de los períodos descritos y sus consecuencias. Entre sus calendarios, algunos describen con precisión sucesos que han afectado a los grandes movimientos de la humanidad. El calendario qué más particularmente hace referencia a la historia de la humanidad es el Tzolk'in.
Por ejemplo, el 21 de abril de 1519 aparece marcado en el calendario Maya con la mención de una "llegada en forma de un vuelo de mariposas". En realidad se trata de la llegada de los españoles junto a las cosas de México a bordo de sus navíos de velas ondulantes, que recordaban al vuelo de las mariposas. ¡Aunque su llegada fue sin duda menos cautivadora que la metáfora de las mariposas! El acontecimiento que se anunciaba no era otra que una sucesión de guerras, de tierras arrebatadas a los pobladores autónomos y de epidemias devastadoras. Tal y como se indica en el calendario, este período ha durado 9 ciclos de 52 años, es decir hasta 1987.
Aunque esta guerra se declaró formalmente acabada desde 1987, las guerras coloniales se siguen manteniendo, aunque de forma más discreta. La paz relativa que subsiste en nuestros días se sostiene con alfileres.
Hoy nos acercamos a una nueva era
Para los Mayas, Guardianes del Tiempo, el 21 de diciembre de 2012 es la fecha del renacimiento de un nuevo mundo llamado a reinar sobre el Quinto Sol. Esta nueva era comenzará exactamente en esa fecha, de ello no cabe la menor duda, como consecuencia de la realineación del eje polar con el centro de nuestra galaxia.
Por primera vez en 26.000 años el Sol se unirá a la intersección de la Vía Láctea con el plano elíptico, lo que para los Mayas representa EL ÁRBOL SAGRADO. El Árbol Sagrado es un árbol de vida que inspira las tradiciones espirituales, en el conocimiento de que este Árbol Sagrado abrirá aparentemente un nuevo canal para que al energía cósmica se dirija a la Tierra para librarla de todos sus males y asegurarle una orientación nueva y mucho mejor.
De este modo, las personas mejor informadas sobre la famosa fecha del 21 de diciembre de 2012 son los descendientes de los pueblos autóctonos, depositarios de la antigua tradición según la cual la humanidad continuará su evolución para volver a centrarse en un futuro mejor, atravesando para ello una fase de transición que quizás no sea del agrado de todo el mundo.
Recuerda los textos bíblicos: “¡Así, los últimos serán los primeros y los primeros serán los últimos!” Una nueva era está germinando, a la espera de que este nuevo comienzo para una vida más dulce y pacífica no se vea limitado por el doloroso pasado de esta Tierra que sufre por los errores y las malas consciencias de la Humanidad.
Lo que debe pasar es que nuestro planeta Tierra se volverá a centrar para conseguir reducir la dependencia financiera y material (muy a pesar de determinados magnates y de otros beneficiarios inveterados) para dejar más sitio al valor humano, al amor incondicional.
El polo norte y el polo sur deberían hundirse y el nivel de las aguas subir rápida e inexorablemente para que aparecieran nuevas tierras. No será más que la fusión, la agrupación de la humanidad para una vida mejor. Hay que acabar con las oposiciones del tipo día y noche, blanco y negro, bien y mal, hombre y mujer, luz y sombra... ¡El Amor del prójimo es el único camino hacia un mundo mejor!
Hoy este equilibrio está amenazado a causa de un dominio de lo negativo sobre todo lo que nos rodea, ya sean nuestros comportamientos, nuestra forma de pensar, nuestras acciones...
Sin duda no todo el mundo cree en esta teoría citada anteriormente, pero quienes no quieren creer en ella se dejan llevar, a veces sin darse ni siquiera cuenta, por un sentimiento negativo que impide el despertar de su consciencia.
Son personas individualistas, involucradas en la forma más oscura del género materialista
Llevadas por el miedo a la más mínima transformación que las hiciera modificar sus queridas costumbres, estas personas no quieren que de produzca el menor cambio en sus rutinas cotidianas y siempre tiran de la manta hacia su lado con la mayor fuerza posible, perjudicando sin saberlo el aspecto benéfico de esta gran revolución planetaria que se acerca lenta pero inexorablemente.
Porque para que la gran mutación del mundo pueda tener lugar en las mejores condiciones, para que la energía del amor cósmico se transmita y se convierta en el único valor refugio, más precioso que el oro y los diamantes, resulta primordial que la mayor parte de la humanidad se una en lugar de fragmentarse por las luchas individuales que llevarán rivalidades totalmente ilusorias hasta el paroxismo.
Conviene prepararse desde hoy para no mentir más, pero sobre todo para no mentirse a uno mismo creyendo que el mundo se limita a nuestra persona. Muy al contrario, el mundo nos demuestra hoy que cada una de nuestras acciones tiene consecuencias para todo el planeta.
Por ejemplo, bastó un pequeño invento presentado en 1926 por un oscuro investigador (John Baird) y que pasó casi desapercibido, para cambiar el sentido de la vida humana en menos de un siglo. ¡John Baird acababa de inventar la televisión!
¡Una simple idea comprendida y aceptada por la inmensa mayoría puede cambiar la faz de la tierra a mejor o a peor, en función de la orientación que se le de a la idea!
Y todos sin excepción, inventores o no, incorporamos estos inventos a nuestra vida cotidiana, forman parte de nuestras costumbres, de nuestra calidad de vida, a pesar de que tienen impactos irreversibles sobre la naturaleza.
Basta con tirar un paquete de cigarrillos por la ventana, apagar una colilla en la arena de la playa, abandonar una bolsa de plástico en el bosque, dejar el agua del grifo abierta sin darnos cuenta... Estos actos anodinos del día a día no hacen más que demostrar nuestra inconsciencia. ¡En el momento en que les pongamos fin habremos alcanzado la CONSCIENCIA UNITARIA!
Para la nueva era que se anuncia, deberemos tomar una decisión: bien hacemos lo necesario para renovar el planeta, bien aceptamos el caos que reinará hasta que se alcance el punto de ruptura. No habrá más alternativas ni segundas decisiones.
Todos tenemos hoy una buena razón para estar hoy en el lugar que ocupamos, desde el simple pinche que trabaja en la penumbra de su cocina hasta la portera del inmueble de lujo en un barrio refinado de la capital. A todos nos corresponde desempeñar un papel. Construir o destruir: ¡esa será nuestra elección!
Aunque nuestra misión sea mostrar agradecimiento hacia nuestra Galaxia, ¿seremos capaces de reaccionar a tiempo durante la obertura cósmica que se nos ofrecerá muy pronto?
La meditación y las buenas prácticas espirituales en todas sus variedades son igualmente válidas para concentrar las energías positivas, pero solo la acción puede conseguir que las cosas realmente se muevan. De nada sirve implorar a los cielos, ver la televisión, compadecerse de la suerte de los menos afortunados... mientras se sigue viviendo en los errores del pasado. Dediquemos tiempo a mejorar nuestra alimentación y hacerla más razonable, tratemos de respetar las diferencias con los demás, de cultivar nuestras tradiciones, de respetar la flora y la fauna.
Hoy el poder reside en el interior de cada ser humano sobre la tierra
Pero pronto dejará de hacerlo. No tenemos más que alcanzar la sabiduría, y la sabiduría no es más que el resumen de la simplicidad, el respeto, la gratitud, el amor, le generosidad y el perdón que se encuentran en nuestro interior.
Nada es difícil: basta simplemente con atreverse a abrir el corazón. ¡Siempre que el corazón en cuestión no se haya vuelto de piedra!
Hemos llegado al final de este Dossier de Iniciación.
Como todos los meses, has aprendido grandes cosas. ¡Espero que esta búsqueda de la verdad y de la sabiduría te lleve a confiar en mí hoy y mañana para que juntos lleguemos a ser seres humanos de voluntad grande y positiva, que respeten cada día más a nuestra madre Tierra que nos acoge, que vivan en un mundo mejor sin odio ni violencia en el que la generosidad y la abundancia serán los únicos valores con los que se podrá especular sin limitación!
Hasta muy pronto,
Tu amigo para siempre,
George Tupak
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