jueves, 19 de septiembre de 2013

UN VERDADERO GUERRERO DE LUZ....

  
UN VERDADERO GUERRERO ES AQUEL QUE TIENE LA SABIDURÍA DE NO JUZGAR, AQUEL QUE NO ACEPTA EL MIEDO, AQUEL QUE SE BATE PARA AYUDAR A LOS OTROS, AQUEL QUE ES FIEL HASTA LA MUERTE PARA DEFENDER EL BIEN, AQUEL QUE SE CULTIVA A SI MISMO SIEMPRE...
  

 
En el intervalo del combate, el guerrero descansa. 

Muchas veces pasa días sin hacer nada, porque su corazón se lo exige; pero su intuición permanece alerta. Él no comete el pecado capital de la Pereza, porque sabe adónde puede conducir ésta: a la sensación tibia de las tardes de domingo, cuando el tiempo pasa... y nada más. 

El guerrero llama a esto "paz de cementerio". Se acuerda de un fragmento del Apocalipsis: "Te maldigo porque no eres ni frío ni caliente. ¡Ojalá fueras frío o caliente! Pero como eres tibio, yo te vomitaré de mi boca". 

Un guerrero descansa y ríe. Pero está siempre atento. 





 El guerrero de la luz lo sabe: todo el mundo tiene miedo de todo el mundo. 

Este miedo generalmente se manifiesta de dos maneras: a través de la agresividad o a través de la sumisión. Son aspectos del mismo problema. 

Por eso, cuando está delante de alguien que le inspira temor, el guerrero se acuerda de que el otro tiene las mismas inseguridades que él, pasó por obstáculos parecidos, vivió los mismos problemas. 

Pero está sabiendo manejar mejor la situación. ¿Por qué? Porque él utiliza el miedo como motor, y no como un freno. 

Entonces el guerrero aprende del adversario, y actúa de la misma forma. 
Para el guerrero, no existe amor imposible. 

Él no se deja intimidar por el silencio, por la indiferencia o por el rechazo. Sabe que, tras la máscara de hielo que usan las personas, existe un corazón de fuego. 

Por eso el guerrero arriesga más que los otros. Busca incesantemente el amor de alguien, aun cuando esto signifique escuchar muchas veces la palabra "no", regresar a casa derrotado, sentirse rechazado en cuerpo y alma. 

Un guerrero no se deja asustar cuando busca lo que necesita. Sin amor, él no es nada. 
El guerrero de la luz conoce el silencio que anticipa el combate importante. 

Y ese silencio parece decir: "Todo se ha detenido. Es mejor olvidarse de la lucha y divertirse un poco". Los combatientes sin experiencia dejan sus armas en ese momento, y se quejan del tedio. 

El guerrero está atento al silencio; en algún lugar, algo está sucediendo. Él sabe que los terremotos destructores llegan sin previo aviso. Ya caminó por selvas durante la noche; cuando los animales no hacen ningún ruido, es que el peligro está próximo. 

Mientras los otros conversan, el guerrero se adiestra en el manejo de la espada, y vigila el horizonte. 
El guerrero de la luz confía. 

Porque cree en milagros, los milagros empiezan a suceder. Porque está seguro de que su pensamiento puede cambiar su vida, su vida empieza a cambiar. Y porque está convencido de que encontrará el amor, este amor aparece. 

De vez en cuando se decepciona. A veces, recibe golpes. 

Entonces, escucha comentarios: "¡Qué ingenuo es!" 

Pero el guerrero sabe que vale la pena. Por cada derrota, tiene dos conquistas a su favor. 

Todos los que confían lo saben. 




No hay comentarios: