Para nuestr@ niñ@ interior
SE BUSCA
Se busca un alma de niñ@ que fue vista, la última vez, dentro de nosotr@s mism@s, hace ya mucho tiempo..
Saltaba, reía y era feliz con sus juguetes viejos..
Se alborotaba cuando le regalaban juguetes nuevos, dando vida a las muñecas, soldaditos de plomo, láminas y figuritas..
Aplaudía con energía cuando iba al circo, cuando cantaba músicas en grupo, cuando sus padres les compraban helados de chocolate y dulces.
Se emocionaba al escuchar historias contadas por la madre o cuando leía aquellos libros que la madrina le daba cuando iba a visitarl@..
Lloraba cuando pateaban sus juguetes: aquel juego de té lleno de tacitas con las que servía a sus muñecas, o los carritos de grúa, tractores o furgones..
Hacía pucheros cuando la profesora le/la castigaba, pero era feliz con sus amig@s, su pureza, su inocencia, su esperanza, su enorme voluntad de ser una gran persona y hacer cosas que no solamente soñase, sino cosas importantes en un futuro que le parecía todavía tan distante..
¿Dónde esta? ¿Para qué lado fue? Quien l@ encuentre, que nos lo diga..
Todavía estamos a tiempo para que reviva, retomando un poco de alegría de nuestra infancia y dejando al alma dar carcajadas, pues al final, aún cuando las uvas se transformen en pasas, el corazón es siempre un/una niñ@ dispuest@ a jugar.
Para no dejar morir al/ a la niñ@ que tenemos dentro.. déjal@ salir, jugar y soñar.
fuente: visto en la red
— con Vane Guerra y Carmen Romero.SE BUSCA
Se busca un alma de niñ@ que fue vista, la última vez, dentro de nosotr@s mism@s, hace ya mucho tiempo..
Saltaba, reía y era feliz con sus juguetes viejos..
Se alborotaba cuando le regalaban juguetes nuevos, dando vida a las muñecas, soldaditos de plomo, láminas y figuritas..
Aplaudía con energía cuando iba al circo, cuando cantaba músicas en grupo, cuando sus padres les compraban helados de chocolate y dulces.
Se emocionaba al escuchar historias contadas por la madre o cuando leía aquellos libros que la madrina le daba cuando iba a visitarl@..
Lloraba cuando pateaban sus juguetes: aquel juego de té lleno de tacitas con las que servía a sus muñecas, o los carritos de grúa, tractores o furgones..
Hacía pucheros cuando la profesora le/la castigaba, pero era feliz con sus amig@s, su pureza, su inocencia, su esperanza, su enorme voluntad de ser una gran persona y hacer cosas que no solamente soñase, sino cosas importantes en un futuro que le parecía todavía tan distante..
¿Dónde esta? ¿Para qué lado fue? Quien l@ encuentre, que nos lo diga..
Todavía estamos a tiempo para que reviva, retomando un poco de alegría de nuestra infancia y dejando al alma dar carcajadas, pues al final, aún cuando las uvas se transformen en pasas, el corazón es siempre un/una niñ@ dispuest@ a jugar.
Para no dejar morir al/ a la niñ@ que tenemos dentro.. déjal@ salir, jugar y soñar.
fuente: visto en la red
No hay comentarios:
Publicar un comentario