En su interior se inquietaba la energía que ansiaba cambiar y explorar, había llegado el tiempo del nacimiento del universo.
En el gran vacío de la sopa cósmica flotaba aburrida la semilla del universo ,sentía curiosidad; la gran madre cósmica navegaba en el silencio y la ausencia y ansiaba experiencias, crecer, multiplicarse, sentir emociones, el gran vientre cósmico, semilla de el universo, lo c

ontenía todo .
Contenía lo femenino y lo masculino , la luz y la sombras , la curiosidad y el miedo , la duda y la determinación ,estaba temerosa pero impaciente como una madre antes del parto.
Entonces la semilla se abrió , se expandió , se se movió de una en otra experiencia , probando y probando , aprendió .
La gran madre había parido el universo para aprender , de allí salio toda energía , desde allí emergió la experiencia de la materia y las leyes que posibilitan la vida .
El universo fue una masa latiente se formaron galaxias estrellas planetas , una y otra vez se probo la vida , millones de veces creció y murió en distintos lugares apareció la conciencia y se creyó única , erro cayo o sobrevivió , y en cada una de esas experiencias erradas o no a nuestros ojos , realizo su función aprender .
En un planeta lejano , y pequeño y se juntaron en el momento exacto los componentes de la vida , la divinidad que todos llevamos dentro supo crear y aprovechar cada oportunidad , separarse y juntarse , probar de uno en otro acierto ,de uno en otro error , sobrevenido y cambiando hasta que en un pequeño vipedo se despertó la conciencia del ser .
En todos los elementos y formas esta la esencia de la divinidad, del todo , del principio , pero al hacerse consciente ese bípedo alcanzo un don inesperado , se hizo a si mismo responsable .
Con la conciencia de uno mismo, nos llego como a los niños la curiosidad , la inquietud , en nuestra inocencia erramos y aprendimos , fuimos a la vez dioses en la esencia y animales el la presencia , poco importa si viejas civilizaciones llegaron para atizar nuestra evolución o si lo hicimos solos , si las leyes naturales nos hicieron florecer como las flores o emerger como ratas salvándose de un vacío que se hunde , dan igual los pasos porque todos ellos nos lleva al principio mismo donde solo el vientre cósmico existía , y todos somos parte de eso y por tanto , llevamos aun cuando no nos guste y hagamos un uso inadecuado de ello , la divinidad , una pesada responsabilidad y una alegría .