Meigas
Meiga proviene de la palabra latina “magicus”, se llamaba meigas a mujeres que tenían poderes para curar . Estas mujeres tenían gran conocimiento de hierbas, frutos y plantas que usaban para curar. La gente acudía a las meigas para tratar dolencias, buscar protección contra el mal de ojo o pedir sus consejos. Esta serían meigas que ejercen como curanderas y no actúan con maldad.
Sin embar
Meiga proviene de la palabra latina “magicus”, se llamaba meigas a mujeres que tenían poderes para curar . Estas mujeres tenían gran conocimiento de hierbas, frutos y plantas que usaban para curar. La gente acudía a las meigas para tratar dolencias, buscar protección contra el mal de ojo o pedir sus consejos. Esta serían meigas que ejercen como curanderas y no actúan con maldad.
Sin embar
go existe también otro tipo de meigas, las que se tomaban por brujas, de estas se pensaban tenían un pacto con el demonio podían hacer conjuros, hechizos y embrujos que causaran daño a otras personas. Si a las meigas curanderas se les respetaba y buscaba a las otras se las temía.
La meiga de Torbeo
Un caso conocido fue el de Filomena Arias, la llamada meiga de Torbeo. Nació en 1865, ejercía como curandera y con tanta destreza que acudían desde toda Galicia, dese Portugal, Ponferrada y Asturias solicitando sus remedios.
A pesar de que Filomena Arias nunca quiso aceptar dinero en efectivo y solo recibía regalos de aquellas personas que le querían mostrar su agradecimiento, Filomena Aries fue desterrada en Monforte entre 1936 y 1938. No tuvo ningún reconocimiento en su muerte, el cuerpo fue enterrado en una fosa común en el cementerio de Riaros. Un cura en aquel entonces llegó a escribir en el libro de bautismos, que Filomena había sido poseída por cuatro demonios.
Muchas personas conocedoras de la historia y obras de Filomena Arias están de acuerdo en que fue un caso más de injusticia, donde las creencias religiosas y el miedo llevaron a acusar a personas de brujas cuando en realidad no lo eran.
Pensemos en un medio rural que muchas veces quedaba aislado por las nieves en invierno, donde la presencia de médicos, hospitales o medicinas eran muy escasos. Las curanderas generalmente habían aprendido desde niñas a diferenciar hierbas, frutos y raíces así como hacer mezclas y bebedizos.
Muchos de esas hierbas contienen principios activos que luego la medicina usó para crear medicamentos, como a corteza de sauce blanco de donde deriva el ácido acetilsalicílico (AAS) tan conocido por ser el ingrediente principal de la aspirina.
El padre Miguel, actual párroco de la diócesis de Torbeo
Cree que se cometió una injusticia con Filomena. Era conocido que a Filomena le daban trances, según el padre Miguel, si estos trances se hubieran dado en un convento es probable Filomena en lugar de ser tachada como bruja lo fuera como Santa.
Meigas y mitología
La zona del norte de España es muy rica en leyendas y mitología. Las meigas son parte de esta mitología. A las meigas brujas se las temía y habían muchos tipos distintos según las leyendas.
Meigas como las chupadoras o chuchonas. Consideradas como muy peligrosas que tenían distintas caras y se transformaban en vampiros o abejorros, chupaban la sangre a los niños y les robaban la grasa corporal para hacer jabones y pociones.
Las Marimantas, una versión femenina del “hombre del saco” robaban a los niños y los hacían desaparecer.
Las Lavandeiras, que estaban en los lavaderos salían a encuentro de los caminantes y ´pedían ayuda para escurrir la ropa, la persona tenía que fijarse en torcer la ropa al escurrir en el mismo lado que la meiga, si retorcía la ropa en el lado contrario la desgracia caería sobre su casa.
La Lobismuller, o mujer loba, que tiene que haber nacido en Nochebuena o Viernes Santo o ser la 7 o 9 hija de una familia donde todas son mujeres.
La meiga de Torbeo
Un caso conocido fue el de Filomena Arias, la llamada meiga de Torbeo. Nació en 1865, ejercía como curandera y con tanta destreza que acudían desde toda Galicia, dese Portugal, Ponferrada y Asturias solicitando sus remedios.
A pesar de que Filomena Arias nunca quiso aceptar dinero en efectivo y solo recibía regalos de aquellas personas que le querían mostrar su agradecimiento, Filomena Aries fue desterrada en Monforte entre 1936 y 1938. No tuvo ningún reconocimiento en su muerte, el cuerpo fue enterrado en una fosa común en el cementerio de Riaros. Un cura en aquel entonces llegó a escribir en el libro de bautismos, que Filomena había sido poseída por cuatro demonios.
Muchas personas conocedoras de la historia y obras de Filomena Arias están de acuerdo en que fue un caso más de injusticia, donde las creencias religiosas y el miedo llevaron a acusar a personas de brujas cuando en realidad no lo eran.
Pensemos en un medio rural que muchas veces quedaba aislado por las nieves en invierno, donde la presencia de médicos, hospitales o medicinas eran muy escasos. Las curanderas generalmente habían aprendido desde niñas a diferenciar hierbas, frutos y raíces así como hacer mezclas y bebedizos.
Muchos de esas hierbas contienen principios activos que luego la medicina usó para crear medicamentos, como a corteza de sauce blanco de donde deriva el ácido acetilsalicílico (AAS) tan conocido por ser el ingrediente principal de la aspirina.
El padre Miguel, actual párroco de la diócesis de Torbeo
Cree que se cometió una injusticia con Filomena. Era conocido que a Filomena le daban trances, según el padre Miguel, si estos trances se hubieran dado en un convento es probable Filomena en lugar de ser tachada como bruja lo fuera como Santa.
Meigas y mitología
La zona del norte de España es muy rica en leyendas y mitología. Las meigas son parte de esta mitología. A las meigas brujas se las temía y habían muchos tipos distintos según las leyendas.
Meigas como las chupadoras o chuchonas. Consideradas como muy peligrosas que tenían distintas caras y se transformaban en vampiros o abejorros, chupaban la sangre a los niños y les robaban la grasa corporal para hacer jabones y pociones.
Las Marimantas, una versión femenina del “hombre del saco” robaban a los niños y los hacían desaparecer.
Las Lavandeiras, que estaban en los lavaderos salían a encuentro de los caminantes y ´pedían ayuda para escurrir la ropa, la persona tenía que fijarse en torcer la ropa al escurrir en el mismo lado que la meiga, si retorcía la ropa en el lado contrario la desgracia caería sobre su casa.
La Lobismuller, o mujer loba, que tiene que haber nacido en Nochebuena o Viernes Santo o ser la 7 o 9 hija de una familia donde todas son mujeres.
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