- Mami, ¿quién era ese hombre que estaba detrás de ti con una mano en tu hombro? -La madre no había visto ni sentido a nadie cerca de ella…
Tal vez para los niños, el cielo es aún un recuerdo vago, pero específico, y para ellos resulta fácil seguir conectados por un tiempo con los dos mundos. Debemos mostrarnos abiertos a esas experiencias, ya que nuestros pequeños tienen mucho para enseñarnos.
Extraído de: Cuando suceden los Milagros
Joan W. Anderson
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