martes, 29 de noviembre de 2011

Marcia Deluz 
¿Cómo sabemos si la energía de una casa está bien?
Es difícil a veces pensar en la energía. Ya que no la vemos, debemos pensarla viviente como un río de agua que se angosta en lugares estrechos, se estanca en el desorden y en la falta de claridad del ambiente, que enriquece todo si se traslada apaciblemente por el hogar y que también arrasa con todo (como un gran torrente de agua) cuando por una mala disposición arquitectónica avanza rápido por las habitaciones.
La teoría de las energías de formas nos dice que la energía cobra la forma de los objetos y lugares por los que transita. Por eso, los objetos desarmónicos, en su forma transmiten energía desequilibrante -por ejemplo los cuadros de guerra- que expresan dolor, tristeza, etc., mientras que los armónicos transmiten energía equilibrada.
¿Cómo mantener una casa saludable?

1- Se debe ventilar diariamente todos los ambientes para incorporar aire puro y evitar que la energía se corrompa
2- Permitir que entre el sol cotidianamente
3- Abrir las ventanas cuando esta lloviendo para ionizar
4-Tener control sobre campos electromagnéticos, ubicando computadoras, TV, radiodespertadores, microondas, en los lugares adecuados y a distancias que no son nocivas para el ser humano
5- Controlar el exceso de humedad y temperatura de los ambientes
6- Contemplar la disposición y cantidad del mobiliario y objetos para permitir que la energía dentro de la casa se traslade sin obstáculos
7- Mantener el equilibrio energético en la cocina que es el lugar donde preparamos los alimentos de la familia manteniendo las hornallas y cocina limpia
8- Tener plantas sanas y saludables

La planta es un ser vivo, dicen los chinos: donde no vive una planta no vive el ser humano y esto es verdad por que ellas necesitan de aire y luz para crecer.
Y, además, mantener una actitud positiva ante la vida, ya que la casa es la representación física de las energías que hay dentro nuestro.
El Feng Shui trabaja con soluciones de mucho sentido común basadas en la relación del hombre con la naturaleza, y tiene técnicas practicas de ordenamiento del espacio que le permiten a cualquier persona emparejar sus características personales con su entorno, asegurándose así una mejor armonía medio ambiental, que lleva a acrecentar la paz interior y por consecuencia la calidad de vida.
Por suerte ha comenzado a aflorar un nueva conciencia del bienestar. La atención del medio ambiente se traduce en términos muy concretos al plantearnos la salud de nuestros espacios vitales y su papel en nuestra vida diaria.
Pero vale la pena aclarar que con independencia del tipo de vivienda en el que vivamos nuestro bienestar depende también de cómo lo utilicemos, es decir de las acciones que hagamos y de los objetos que elijamos tener.
Ventilar, dejar entrar el sol, regalar ropa, libros u objetos que no usamos, tener plantas, poner música agradable, no tener sectores oscuros y abarrotados de elementos ,etc. –por ejemplo- no requieren de un valor agregado sino de una actitud, y decisión, personales.
Por Patricia Traversa
Hace 16 minutos ·  ·  3

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