BAST
JUGAR CON BAST

Ponte en una posición cómoda con la espalda recta y cierra los ojos. Inspira profundamente y deja salir el aire lentamente. Inspira de nuevo y siente como si dieras enormes tragos de satisfacción de un color rosado. Cuando exhales, deja que esa satisfacción se extienda por todo tu cuerpo. Inspira de nuevo profundamente y mientras exhalas visualiza un gran agujero en el suelo. Inspira de nuevo y visualízate entrando en ese enorme agujero y cuando has entrado en un túnel subterráneo. El túnel esta bien iluminado, es calido y agradable. Déjate llevar hacia abajo, cada vez más profundamente. Desciende, desciende más y más y sientete cada vez más relajada, hasta que veas una luz al final del túnel. Es el mundo inferior, entras en él y llamas a Bast. Bast aparece junto a ti en su forma de gata y te pregunta que necesitas. Dile que estas allí para jugar con ella. Ella dejara escapar un maullido y te pedirá que te subas a su lomo. Sigue sus instrucciones, de repente estarás volando por los aires. Mira hacia abajo, veras el océano y la costa. Bast toma tierra suavemente en una bella playa de arenas blancas, donde te invita a construir castillos de arena con ella. Ella se transforma en una compañera de juegos de tu edad, te dice que solo puedes jugar aquí con ella o que puedes invitar a otras personas.
En al playa hay una caja grande con palas y cubos. Entre las dos decidís que aspecto va a tener el castillo y comenzáis a darle forma. Al rato, os sentís acaloradas y decidís daros un baño. Tú entras corriendo en el agua que tiene una temperatura muy agradable, Bast te salpica y tú la salpicas a ella. Entonces ella te propone jugar a cambiar de forma mientras os perseguís. Al principio ambas adoptáis forma de delfín y retozáis en el mar. Después os convertís en gaviotas y os perseguís por el aire. Seguís cambiando de forma hasta que tú decides parar y retomar tu forma normal y salís del agua.
Llego el momento de volver, Bast adopta su forma de gata y volando retorna al punto de partida. Entras en el túnel y comienzas el ascenso, te sientes ligera y fresca. Cada vez más arriba, sintiéndote relajada y rejuvenecida, lista para cualquier cosa que te pongan por delante. Arriba, cada vez más arriba hasta llegar al agujero. Sales de él e inspiras profundamente, al soltar el aire vuelves a tu cuerpo. Inspiras de nuevo profundamente y al exhalar abres los ojos.