CURSO DEDE ANGELES LECCION 42
CURSO DE ANGELES
LECCION 42
LOS ARQUETIPOS DEL MAL
LECCION 42
LOS ARQUETIPOS DEL MAL
DICTADO POR ALEXIIS
Publicado por María Elena Syro P
Publicado por María Elena Syro P
Según la leyenda, el padre del mal era el segundo en poder después de Dios, el jefe de todos los Ángeles, el bello y amado Arcángel Lucifer. Lucifer significa “portador de Luz” y ejercía de maestro de la humanidad. Dios necesitaba un voluntario que bajara a la tierra a iluminar y a fortalecer a los humanos a través de tentaciones y pruebas. Lucifer se ofreció voluntariamente y empezó a deleitar a los humanos con sus pruebas.
En definitiva, acabó sometiendo a prueba a las personas, no para satisfacer a Dios sino a su amor propio y, en consecuencia, creó una barrera que le separaba de Dios, quien lo expulsó del cielo y tuvo que encontrar otro lugar. De esta forma fue como Él creó el infierno.
Finalmente, Lucifer ha sido identificado como el embustero (una fuerza independiente destructora del Universo). La Leyenda también dice que Lucifer se llevó del cielo con él a algunos Ángeles: he aquí los Ángeles caídos o bufones cósmicos. Otros conocen a Lucifer como Satán. En hebreo Satán significa “adversario”, siendo Satán el adversario del amor de Dios. Según Satán, el amor es algo ajeno contra lo que luchar.
La controversia entre el bien y el mal suscripta puntos de vista en todos nosotros. En varios libros se descarta la visión del mal como algo que creamos en nuestras mentes, que se manifiesta en nuestras vidas simplemente como un fenómeno que no tiene fuerza propia y que existe únicamente porque nosotros lo permitimos. Pienso que debemos ampliar nuestro vocabulario y encontrar una extensa gama de palabras que identifiquen los distintos tipos de víctimas que existen. La razón por la cual las victimas son tales es porque existe una fuerza: el mal. Independientemente de que seamos nosotros o no los creadores de esta fuerza, ésta es tan real como lo son las mismas víctimas.
Es difícil prescindir del concepto del bien contrapuesto al del mal. Es el tema principal de muchas películas y obras literarias, además de ser el de la misma vida de los humanos. Esta batalla que mantiene la oscuridad contra la luz está en continuo funcionamiento alrededor de nuestras vidas, pero cuando tiene lugar en nuestro interior y divide nuestro propio ser, entonces nos debilitamos, nos descentramos y nos aislamos.
El miedo a sentir que no somos “buenos” y a poder ser castigados a causa de ello, puede obsesionar a las personas con hacer lo posible para actuar siempre bien. Pero, ¿quién va a impartir el castigo? Dios no castiga. Él nos otorgó el libre albedrío y aunque nosotros no aceptemos su ayuda, Él no puede castigarnos. Tampoco Dios puede evitar que nos auto castiguemos o que castiguemos a otras personas. Disponer de libre albedrío implica que nuestros actos no pueden ser interferidos por Dios, ni siquiera cuando la fuerza del mal nos persigue. Lo único que hace Dios es ofrecernos amor incondicional y este amor actuará de refugio cada vez que lo necesitemos. La clave se basa en que nosotros debemos solicitar este amor a Dios y estar abiertos a Él.
Los bufones cósmicos son los Ángeles caídos. También puedes llamarlos demonios si lo prefieres. Éstos colaboran a que nos autocastiguemos cuando creemos que hemos hecho algo que no es correcto. No lo hacen dirigiéndose hacia lo que sería lo evidente, sino que llegan a nosotros a través de nuestro sentido humano y de nuestro orgullo.
Ellos no son muy angélicos, sólo existen para examinar y castigar. Se hacen cargo de las consecuencias de nuestros pensamientos negativos y juguetean con nuestras obsesiones egocéntricas. El truco se basa en concentrar nuestros humos en sus jueguecillos y a la vez distanciarnos de ellos. Sólo entienden las bromas prácticas y no las bromas que atañen a ellos sino a nosotros mismos. Además no entienden el amor. De esta manera, si caemos presos en una broma cósmica, lo mejor que podemos hacer es actuar con más tolerancia y amarnos más a nosotros mismos.
Los bufones cósmicos son unas criaturas malcriadas que non enseñan a reírnos de nosotros mismos mediante sus bromas convenientes. Probablemente debamos comer unos enormes pedazos de “pastel de humildad” para darnos cuenta de lo divertidos que somos. Si somos demasiado serios o estamos llenos de obsesiones, si sentimos odio y tenemos prejuicios, los bufones cósmicos dispondrán de un día muy laborioso para impartir sus lecciones.
Si nos sumergimos demasiado en la oscuridad o en algún estado de alteración mental que resulte de ingerir fármacos, o si estamos faltos de sueño, los bufones empezarán de nuevo a molestarnos con sus chiquilladas. Si nos sentimos débiles a causa de estos temores y del hastío que a veces nos invade, les estamos dando poder. Sus lecciones pueden esconder un lado positivo, sobre todo cuando nos trasladas a momentos del pasado, momentos de plena vida y consciencia, pero encontrar este lado positivo depende únicamente de nosotros. Estos bufones pueden ser despiadados, como el grupo original de Ángeles caídos de Lucifer.
Ten en cuenta que todos tenemos nuestras pequeñas batallas internas y que cuando los bufones nos descarrían, inmediatamente nos disponemos a sufrir las consecuencias negativas. Será de mucha utilidad permanecer alerta para identificar estos ardides, a fin de que este estado de plena conciencia nos permita disponer de libertad de elección. Estamos atrayendo a los bufones cósmicos cuando caemos en las trampas que voy a menciona a continuación.
Si caemos en la trampa del “tremendo temor”, la cual nos obsesiona y nos convierte en seres supersticiosos, los bufones harán que este miedo crezca en nuestro interior. Los temores aparecen en distintas formas, medidas, magnitudes y condiciones. El miedo es una fuerza negativa poderosa que puede consumir tu energía espiritual. Si empleamos nuestra energía en el miedo, empeoraremos la situación. El temor altera profundamente nuestro interior y es difícil darse cuenta de lo hondo que puede penetrar en nuestra alma.
Si sientes un temor que te obsesiona, trata de analizarlo y de enfrentarte a Él. ¡Pídele con decisión que se largue! Si dotamos de poder a nuestros miedos tornándonos supersticiosos, los bufones no tendrán otro remedio que servirse de su poder para hacer una broma. Intenta llegar a un punto en el que puedas reírte de tus miedos, y así éstos no gozarán del poder de destruir tus momentos de paz.
Si caemos en la trampa de tomarnos a nosotros mismos demasiado en serio, seremos nosotros los que más acarrearemos el peso de las bromas de los bufones. Ser una persona demasiado seria significa dar excesiva importancia a las cosas. La comedia satiriza los compartimientos demasiado formales y ésta es precisamente la ventaja que posee. La excesiva seriedad es también un ardid en el que caemos cuando pensamos que lo hacemos todo bien y en realidad somos nosotros mismos el objetivo de la broma.
A los bufones cósmicos también les encanta jugar con la trampa de los prejuicios y de las expectativas, sea cual sea el modo en que se manifiesten. Estos prejuicios pueden ser referentes a la raza, religión, sexo, profesión o incluso puede ser que poseas alguno del que no te hayas percatado. Sea cual sea nuestro prejuicio, será el objeto no vedado de los bufones cósmicos. Por ejemplo, si tiene prejuicios hacia una raza humana en concreto, los bufones intentarán que un hijo tuyo se case con una persona de aquella raza. O si sufres una experiencia trágica, una persona que predica una religión que tú no respetas te salvará a ti o a tu hijo del peligro.
La lección es muy simple: ¡no juzgues!, cada situación con cada ser humano acontece de la forma en que acontece, por lo tanto, espérate lo inesperado o deja de elucubrar para así conseguir todos tus propósitos.
Si estás obsesionada con algo o con alguien, estás buscando problemas. La obsesión es una seducción de tu mente hacia algo que deseas o que temes. Has valorado de una manera irreal la importancia que le has conferido a este objeto pesado o temido. Es posible que te acosen pensamientos obsesivos a lo largo del día, pero lo más importante es no olvidar que toda obsesión perturba la paz. Los bufones cósmicos sólo lo empeorarán confundiéndote con signos e indicaciones negativas sobre el objeto de tu obsesión.
Las obsesiones pueden llegar a afectarte tan negativamente que debas requerir asistencia profesional. A veces la obsesión llega a ser tan tremenda que ni siquiera nosotros mismos nos damos cuenta de la ayuda que precisamos. Nosotros solos podemos liberarnos de las obsesiones cotidianas más comunes, simplemente dependiendo del sentido de humor que le dediquemos al comportamiento obsesivo. Si la obsesión se convierte en una encerrona, intenta remitirte a la simplicidad. Alivia la obsesión: ¿a quién le importa si has cerrado la puerta con llave o no lo has hecho? Y, si estás preocupada, envía unos cuantos Ángeles a tu casa. Si estás obsesionada con otro ser humano libérate de él o ella; si él o ella vuelva a ti, entonces guíate por tus normas.
Los bufones son bastante imaginativos cuando juegan con los seres humanos “bajo la influencia”. Quizás estemos bajo la influencia de sustancias químicas, por ejemplo LSD, alcohol, tranquilizantes, ansiolíticos o con disminución sensorial, falta de sueño o una mala alimentación.
Cuando pasamos a un estado de alteración de la conciencia, entramos en el territorio de los bufones cósmicos. Estos se convierten en personajes de una película y lo hacen, no necesariamente con el fin de divertirte sino para escogerte de protagonista. Te encontrarás participando en una película de ciencia ficción, junto a seres extraños, o en una de terror con demonios y monstruos. O quizás te den el papel del rey del tiempo y del espacio o el de un místico espiritual que posee consciencia del cosmos y que se identifica con toda cosa creada. Estas películas parecen reales, pero fíjate bien en quienes son los directores y los productores.
Estos son los bufones cósmicos, los que te obligarán a escenificar tus fantasías y tus miedos hasta que parezcan reales. De todas formas, tarde o temprano llegará un momento en que te hartarás de ser el héroe de historias épicas y desearás volver a la realidad. Te habrás dado cuenta de que ya tienes bastante con las lecciones que estos extraterrestres y personajes oscuros te están impartiendo. ¡Bienvenido al principio!, todo esto ha sido una broma. Tú no eres nadie más que tú, ni el rey del tiempo, ni el del espacio, ni la víctima de extraterrestres y monstruos, sino que eres simplemente el mismo ser tan bueno como era antes. Todo está bien; ahora ya estás de vuelta y eres el director de tu propia película (con tu Yo Superior de productor); dispones de muchas historias que contar sobre otros mundos y muchas imágenes que mostrarnos.
Hay personas a las que se le han aparecido los bufones cósmicos. Es inusual, pero puede ocurrir. Sólo acontece cuando se experimenta un pavor muy profundo. Ver la imagen de un demonio o de un fantasma es terrorífico y provoca que este horror aumente. El miedo colma de poder a estos seres, o sea, que si alguna vez te encuentras con uno de ellos, concéntrate, respira hondo y pídele a él y al terror que se marchen. Intenta aliviar el miedo refugiándote en algo que consideres sagrados. Los cristianos, por ejemplo, utilizan el nombre de Jesús o la imagen de una cruz. Es muy efectivo repetir tres veces la oración al arcángel Miguel (se da por separado)
El único motivo de añadir este capítulo de los bufones cósmicos es porque existen más personas de lo que uno cree, que han experimentado estas travesuras. También es importante remarcar el gran poder que tiene un modelo de pensamiento negativo en las situaciones de desesperación. No es de suma importancia si las personas pueden ver u oír verdaderamente a los bufones cósmicos o si es simplemente su imaginación la que los crea. Lo que es realmente importante es la angustia y el temor que les ha llevado a esta situación.
El amor incondicional es la única y verdadera sanación para cualquier posible cosa de carácter negativo. Si no encuentras este amor en ti misma ni en otras personas, búscalo en Dios y en los Ángeles, pues si les abres tu corazón, nunca te decepcionarán. Te enseñarán a amarte incondicionalmente y en consecuencia atraerás amor del mundo entero que te rodea.
EL ÁNGEL DE LA MATERIALIDAD Y LA TENTACIÓN
La condena de la materialidad es uno de los peligros del camino espiritual, debido a que algunas personas piensan que pueden acelerar el proceso del despertar al renegar de las cosas de este mundo. En realidad, lo que hacen es intentar escaparle a la vida, pretendiendo que todas las cosas del “afuera” son sólo una ilusión y que, por lo tanto, no son reales. Esto, con frecuencia, conduce a una conciencia de separación, de “estar en el espacio” y a cierto grado de inconformidad negativa, lo cual hace que la persona se vuelva esencialmente inútil para ser un verdadero servidor que ayude a satisfacer las necesidades del mundo.
Todos nosotros somos individuos divinos que provenimos del reino de la Luz, pero no debemos pasar por alto la Realidad de que hemos entrado en una encarnación física en la tierra para experimentar la forma, para desprendernos más rápidamente del karma, para acelerar el proceso del despertar y para gozar de la vida mientras hacemos todo lo anterior. Pongamos, simplemente, que somos seres espirituales que hemos adoptado una forma física para vivir en un mundo material sólo para la alegría de hacerlo. Algunas veces olvidamos la última parte de esta frase.
Durante un sueño este Ángel manifestó lo siguiente:
Vive y muere sólo por la alegría de hacerlo. Fuera de eso, no hay nada realmente importante.
Juega más, sólo por la alegría de hacerlo; ama más y haz más el amor, sólo por la alegría de hacerlo. Acaricia, abraza y besa a quien es la luz de tu vida, sólo por la alegría de hacerlo. ¿Por qué mirar hacia atrás con arrepentimiento?
Ríe y haz tonterías y canta y baila; sólo por la alegría de hacerlo, como si fueras un niño sin ninguna preocupación, porque realmente no existe el mañana, sólo el hoy.
Sé anticonvencional e inconformista, un poco loco, sólo por la alegría de serlo. Sé un yo alegre y jubiloso y mira al mundo como algo divertido, sólo por la alegría de hacerlo. Independientemente de lo que pueda suceder, pues eso sucederá, sólo por la alegría de hacerlo.
Confía en la Presencia y en el Poder de Dios, sólo por la alegría de hacerlo. Entrégate a la actividad de Dios en todos los aspectos de tu vida, sólo por la alegría de hacerlo.
Todo lo que hagas en tu vida, hazlo sólo por la alegría de hacerlo, pues no hay ninguna otra cosa que sea realmente importante.
El mensaje sonaba como si proviniera de alguien que realmente gozara jugando y bailando con las ninfas (Pan).
“Ser en” este mundo es realmente mucho más que sólo estar sobre la tierra y olvidarse de nuestras responsabilidades y también, por cierto, significa bastante más que bailar con la música que está sonando en ese momento. Es también más que “ir tirando” y conformarse con las esperanzas, y bastante más que sólo existir y esperar la muerte o la venida de tiempos mejores.
Significa estar plenamente vivo y vivir dinámicamente, con interés, aspiraciones y sentido de aventura, mientras tenemos esta forma física. Emerson dijo: “Creo en la existencia del mundo material como expresión del mundo espiritual… las leyes de ambos mundos son una sola cosa”. Y Jesús, por cierto, no negó de ninguna manera Edmundo de la forma y de la experiencia. Por el contrario, gozaba con los festivales y las fiestas y con la compañía de hombres y mujeres, amaba la tierra, las montañas y el mar. Apreciaba la soledad del desierto y el clamor de las multitudes y trabajaba incansablemente en los pueblos y en las ciudades. Para “ser” completamente de acuerdo “con el programa” de este mundo, incluso pagaba sus impuestos.
Estamos de acuerdo en que somos seres espirituales que han asumido una forma física y que tenemos nuestros pies sobre la tierra y nuestra cabeza en los cielos – nuestra mente, hasta cierto punto al menos, está centrada en la realidad espiritual-. Una parte de nosotros se asienta en la tercera dimensión, mientras que la otra está volando en la cuarta dimensión, sin embargo, no estamos completamente atascados en la materialidad, ni navegamos, completamente libres en la espiritualidad.
Nuestro verdadero estado de existencia es estar entre dos mundos, en lo que se ha llamado la tierra ardiente, donde el fuego del Yo Divino está transmutando la naturaleza inferior. Jesús nos dio la escena adecuada para esta experiencia en los días que pasó en la soledad del desierto y las tentaciones con que fue probado por el “Diablo”.
Los antiguos llamaban a este período el Tiempo de la Tentación, que no era otra cosa que una experiencia de iniciación que incluso podía durar toda la vida, en caso de que el discípulo se mostrara reticente a desprenderse del no-yo. Si lograba pasar las pruebas, el individuo estaba listo para la infusión de la naturaleza superior y de la conciencia de su unidad con el Espíritu.
¿En qué consistían estas pruebas y quienes se ocupaban de dirigirlas? En las antiguas escuelas, se trataba de exámenes de la conciencia personal de cada individuo, preguntas destinadas a comprobar si el estudiante estaba o no listo para pasar al siguiente nivel de iniciación. El encargado de dirigir esas pruebas era uno de los maestros principales, al que con frecuencia se lo llamaba Janus. “Janus, JAY nus, era, en la mitología romana, el Dios de las puertas y las entradas. Y, debido a que cuando una persona ingresa a algún lugar nuevo pasa simbólicamente a través de una puerta, Janus se convirtió en el Dios del comienzo de las cosas”.
Con el correr del tiempo, este “monitor espiritual” llegó a ser conocido como el Diablo, Satán y Lucifer. Diablo proviene de una palabra griega que significa “calumniador” o “difamador”, es decir alguien que se ocupa de hacer falsas afirmaciones por medio de la palabra hablada y así podemos llegar a pensar que parte de los exámenes incluían afirmaciones erróneas que debían ser desmentidas por el estudiante. Por su parte, Satán proviene de un vocablo hebreo que significa “adversario” y los maestros podían muy bien asumir ese papel para estimular la memoria de los estudiantes. Lucifer, finalmente, proviene de una palabra latina que significa portador de luz, lo cual, ciertamente, representa el poder de iluminación del maestro y tutor espiritual.
Antes de ir al encuentro del Ángel de la Materialidad y la Tentación, echemos una mirada a los puntos sobresalientes de sus enseñanzas básicas:
Como dijimos antes, somos seres espirituales que habitamos en un mundo físico. Provenimos de la cuarta dimensión y la mayor parte de nuestro ser se ha quedado en ese nivel, mientras que nuestras mentes, nuestras emociones y nuestro cuerpo físico se han extendido en la tercera dimensión.
Nuestro objetivo consiste en disfrutar de la experiencia en el plano físico, sin quedar atrapados en el pantano de la materialidad. Esto significa que tenemos que “vivir, amar, reír y ser felices” sin las ataduras emocionales del miedo, la culpa, la codicia y la tristeza. Nuestro papel en este mundo es tener todas las cosas sin poseer ninguna – gozar de la abundancia del dinero sin preocuparnos por “hacer dinero”, obtener correctamente nuestro sustento sin hacer de ello una forma de vida, alcanzar la plenitud sin centrarnos en el cuerpo, tener buenas relaciones sin afectos emocionales egoístas.
Tenemos que saberlo todo, reconociendo, al mismo tiempo, que no sabemos nada, tenemos que hacerlo todo comprendiendo que no estamos haciendo nada. Tenemos que llegar a quedar materialmente satisfechos sin ser espiritualmente complacientes, tenemos que amar las acciones justas, pero sin llegar al fanatismo, y tenemos que hacer frente a nuestras responsabilidades sin exagerar nuestro sentido personal del deber.
En este, en esencia, consiste el vivir sobre la tierra como testigos para que el Reino, el Poder y la Gloria del Dios-Yo aparezcan como formas y experiencias, sin dedicar ningún pensamiento a las necesidades de la naturaleza inferior. ¿Es una tarea difícil? Por supuesto, y esa es la razón por la que disponemos de las vibraciones de un poder particular, que opera en nuestro campo de energía para ayudarnos a recorrer nuestro camino.
En las enseñanzas de los colegios de Misterios se consideraba que este Ángel no sólo era un examinador, sino un protector que tomaba a su cargo al discípulo para ayudarlo a lo largo de su camino, pues iba, permanentemente, comprobando y midiendo el crecimiento de su conciencia y, cuando era necesario, insuflaba ideas de discreción y precaución en la mente del individuo, capacitándolo para transitar por el filo de la materialidad, al tiempo que mantenía dentro de sí la conciencia de la Causa. De otra manera, el aspirante podía caer en las hipnóticas garras de un profundo materialismo.
Si, para estimular un nivel más amplio de comprensión, se hace necesario experimentar una determinada enseñanza, este Ángel puede “tentar” a la conciencia, para demostrar su poca efectividad y los peligros del orgullo espiritual, del complejo de creerse un salvador, del confiar en una verdad no comprendida para corregir una situación o condición exterior, o del lanzarse a buscar los tesoros del mundo a través de las manipulaciones y maquinaciones del ego.
El Ángel de la Materialidad y la Tentación trabaja con nosotros para revelarnos nuestras limitaciones personales, para que, viéndolas podamos volver a concentrarnos en la única Presencia y el único poder que nos habita. Es la energía que nos capacita para que, llenos de comprensión, podamos decir: “Estoy vivo, pero no soy yo el que vive, sino que es Cristo el que vive en mí”. Es el conocimiento de que el YO SOY es algo superior al “yo mismo” y el dejar que lo que YO SOY viva a través de nosotros, como si fuéramos nosotros.
Cuando la energía de este Ángel se encuentra bloqueado – debido, por lo general, a que estamos completamente concentrados en los efectos y en las fluctuaciones entre el deseo abrumador de poseer cosas y el exagerado temor a no tenerlas – los individuos pueden volverse extremadamente obsesivos. Viven sólo en el mundo del deseo, con una mente muy estrecha y poca fuerza de carácter.
Pide a tu Espíritu Santo que te lleve al encuentro de este Poder Causal, o, si ahora te sientes cómoda trabajando con los Ángeles en el plano interior, simplemente llama al Ángel y ponte en contacto con él, como si fuera un amigo especial. Recuerda que el Ángel funciona como “un sistema de alarma” para ayudarte a mantener tu cabeza en el reino espiritual mientras tus pies se encuentran ente la suave resaca de las deliciosas experiencias en el plano físico. Cuando hayas aprendido de las pruebas a las que el Ángel habrá de someterte, tú, con tu protección, podrás vadear las peligrosas aguas del materialismo y serás elevada hacia la Montaña Sagrada.
Finalidad: Ayudarnos a “mantener los pies sobre la tierra” hasta estar listos para despertar a la cuarta dimensión de la conciencia, resguardarnos de la posibilidad de preocuparnos exageradamente de los efectos.
Rasgos negativos que pueden presentarse a partir de las proyecciones del ego: persona obsesiva, dominada por sus deseos y, sin embargo, con poca fuerza de carácter, estrecha de mente y extremadamente violenta.
Su energía resulta bloqueada debido a: la preocupación casi exclusiva por el mundo de los efectos; un estado de ánimo que fluctúa entre sentirse agobiado por el deseo de tener cosas y sentirse agobiado por el miedo a no tenerlas; la incapacidad para estar solo e indiferencia ante la meditación.
EL ÁNGEL DEL PODER
Todos nosotros tenemos el Poder de crear cosas y mundos, mediante el uso de nuestros pensamientos y palabras, es el Poder Divino que tenemos el libre albedrío de usar para bien o para mal.
El ser humano es el cuerpo celeste más grande que nunca existió. Todos los cuerpos celestes son células en el universo, pero el hombre, el ser humano, es espíritu infinito en grandeza. Porque nace de la energía incomparable y desconocida que puede alcanzar al Creador supremo con la inmensidad de su creación.
Las palabras son energía tan poderosa que crean mundos y dicen que si pronuncias nada, nada será. Que si dices así será, así pues será. Se aconseja que todas tus afirmaciones siempre las hagas en forma presente, ya que para los Ángeles el tiempo futuro no existe. Si además hay algo que desea que nunca te vuelva a suceder, afírmalo en tiempo pasado con la aprobación de tu Ángel Guía para que en paz se retire de causa o el motivo de esa circunstancia y no vuelvas a experimentarla.
Hay algo en el hombre que trasciende a la personalidad finita, expresión de su ego, y eso es el amor. Por esta razón del Ángel del Poder se asemeja al Ángel del Amor. El aspecto a veces iracundo y terrible que puede tener el Ángel del Poder se debe únicamente a nuestros temores y a nuestra ignorancia.
¿Por qué el hombre no disfruta casi nunca del poder que está en su interior? La respuesta es que queremos poder y no queremos responsabilidad. En un nivel terrestre, poder y responsabilidad son dos cosas separadas, pero a un nivel angélico son una única y misma cosa.
Se ha dicho que vivir es responsabilizarse. Vivir sin responsabilidades es ser vivido. Desde luego que hay muchas cosas con las que no tenemos nada que ver y de las cuales no queremos ni podemos responsabilizarnos; pero de una cosa sí somos responsables, y es de cómo respondemos a la vida, al destino, a lo que se nos ofrece, a las circunstancias que nos ha tocado vivir.
Cuando somos conscientes de que somos los artífices de nuestro propio destino, nos damos cuenta del Poder que mora en nosotros.
El Verdadero Poder, es simplemente energía, una energía indescriptible que procede directamente de nuestro Yo Superior, que se confunde con el Ángel del Poder. conectar con el Ángel del Poder no nos servirá para manipular a los demás siguiendo los caprichos de nuestro ego; es, al contrario, una responsabilidad que nos obligará a manifestar la plenitud de la presencia angélica en nuestras vidas.
Te propongo que:
Siéntate en un lugar tranquilo y en el que estés segura de que nadie te va a molestar. Desconecta el teléfono.
Cierra los ojos y pregunta a los Ángeles que, aunque no los veas, te están rodeando: ¿Qué es el Poder?
Es posible que escuches al menos dos voces. Una te dirá que el Poder es fuerza, dominio, voluntad y te exhortará a que seas más fuerte y dominante, o a que desarrolles tu fuerza de voluntad. Se trata de un Ángel impecable, fuerte, impresionante. Aunque te deslumbre, no le hagas caso; es un demonio disfrazado de Ángel, es el demonio del poder. Invítale a que desaparezca.
La otra voz quizás te diga algo que has escuchado muchas veces: querer es poder. Y realmente es así: amar es poder. El verdadero Poder, capaz de cambiar destinos, reside en el Amor. Deja que todo tu ser sea penetrado por la fuerza transformadora del Amor. Permite que tus células se llenen de Amor, que tu corazón se sienta lleno de calor y gozo. Disfruta de esa maravillosa sensación de libertad y felicidad que proporciona el Amor, el Verdadero Poder.
Finalidad: gran energía y determinación, fuerte capacidad de decisión que, frente a todas las situaciones, confía en la voluntad de Dios.
Rasgos negativos que pueden presentarse a partir de las proyecciones del ego: arrogancia, condescendencia, egoísmo, carácter vano, y pretencioso.
Su energía resulta bloqueada debido a: el orgullo espiritual, la idea de que “tengo el poder” y los demás no; el temor consciente a la voluntad divina, y, a partir de allí, la incapacidad para entregarse totalmente al Espíritu.
PROGRAMACIÓN ANGÉLICA Nº. 35
Medidor de Esperanza
En definitiva, acabó sometiendo a prueba a las personas, no para satisfacer a Dios sino a su amor propio y, en consecuencia, creó una barrera que le separaba de Dios, quien lo expulsó del cielo y tuvo que encontrar otro lugar. De esta forma fue como Él creó el infierno.
Finalmente, Lucifer ha sido identificado como el embustero (una fuerza independiente destructora del Universo). La Leyenda también dice que Lucifer se llevó del cielo con él a algunos Ángeles: he aquí los Ángeles caídos o bufones cósmicos. Otros conocen a Lucifer como Satán. En hebreo Satán significa “adversario”, siendo Satán el adversario del amor de Dios. Según Satán, el amor es algo ajeno contra lo que luchar.
La controversia entre el bien y el mal suscripta puntos de vista en todos nosotros. En varios libros se descarta la visión del mal como algo que creamos en nuestras mentes, que se manifiesta en nuestras vidas simplemente como un fenómeno que no tiene fuerza propia y que existe únicamente porque nosotros lo permitimos. Pienso que debemos ampliar nuestro vocabulario y encontrar una extensa gama de palabras que identifiquen los distintos tipos de víctimas que existen. La razón por la cual las victimas son tales es porque existe una fuerza: el mal. Independientemente de que seamos nosotros o no los creadores de esta fuerza, ésta es tan real como lo son las mismas víctimas.
Es difícil prescindir del concepto del bien contrapuesto al del mal. Es el tema principal de muchas películas y obras literarias, además de ser el de la misma vida de los humanos. Esta batalla que mantiene la oscuridad contra la luz está en continuo funcionamiento alrededor de nuestras vidas, pero cuando tiene lugar en nuestro interior y divide nuestro propio ser, entonces nos debilitamos, nos descentramos y nos aislamos.
El miedo a sentir que no somos “buenos” y a poder ser castigados a causa de ello, puede obsesionar a las personas con hacer lo posible para actuar siempre bien. Pero, ¿quién va a impartir el castigo? Dios no castiga. Él nos otorgó el libre albedrío y aunque nosotros no aceptemos su ayuda, Él no puede castigarnos. Tampoco Dios puede evitar que nos auto castiguemos o que castiguemos a otras personas. Disponer de libre albedrío implica que nuestros actos no pueden ser interferidos por Dios, ni siquiera cuando la fuerza del mal nos persigue. Lo único que hace Dios es ofrecernos amor incondicional y este amor actuará de refugio cada vez que lo necesitemos. La clave se basa en que nosotros debemos solicitar este amor a Dios y estar abiertos a Él.
Los bufones cósmicos son los Ángeles caídos. También puedes llamarlos demonios si lo prefieres. Éstos colaboran a que nos autocastiguemos cuando creemos que hemos hecho algo que no es correcto. No lo hacen dirigiéndose hacia lo que sería lo evidente, sino que llegan a nosotros a través de nuestro sentido humano y de nuestro orgullo.
Ellos no son muy angélicos, sólo existen para examinar y castigar. Se hacen cargo de las consecuencias de nuestros pensamientos negativos y juguetean con nuestras obsesiones egocéntricas. El truco se basa en concentrar nuestros humos en sus jueguecillos y a la vez distanciarnos de ellos. Sólo entienden las bromas prácticas y no las bromas que atañen a ellos sino a nosotros mismos. Además no entienden el amor. De esta manera, si caemos presos en una broma cósmica, lo mejor que podemos hacer es actuar con más tolerancia y amarnos más a nosotros mismos.
Los bufones cósmicos son unas criaturas malcriadas que non enseñan a reírnos de nosotros mismos mediante sus bromas convenientes. Probablemente debamos comer unos enormes pedazos de “pastel de humildad” para darnos cuenta de lo divertidos que somos. Si somos demasiado serios o estamos llenos de obsesiones, si sentimos odio y tenemos prejuicios, los bufones cósmicos dispondrán de un día muy laborioso para impartir sus lecciones.
Si nos sumergimos demasiado en la oscuridad o en algún estado de alteración mental que resulte de ingerir fármacos, o si estamos faltos de sueño, los bufones empezarán de nuevo a molestarnos con sus chiquilladas. Si nos sentimos débiles a causa de estos temores y del hastío que a veces nos invade, les estamos dando poder. Sus lecciones pueden esconder un lado positivo, sobre todo cuando nos trasladas a momentos del pasado, momentos de plena vida y consciencia, pero encontrar este lado positivo depende únicamente de nosotros. Estos bufones pueden ser despiadados, como el grupo original de Ángeles caídos de Lucifer.
Ten en cuenta que todos tenemos nuestras pequeñas batallas internas y que cuando los bufones nos descarrían, inmediatamente nos disponemos a sufrir las consecuencias negativas. Será de mucha utilidad permanecer alerta para identificar estos ardides, a fin de que este estado de plena conciencia nos permita disponer de libertad de elección. Estamos atrayendo a los bufones cósmicos cuando caemos en las trampas que voy a menciona a continuación.
Si caemos en la trampa del “tremendo temor”, la cual nos obsesiona y nos convierte en seres supersticiosos, los bufones harán que este miedo crezca en nuestro interior. Los temores aparecen en distintas formas, medidas, magnitudes y condiciones. El miedo es una fuerza negativa poderosa que puede consumir tu energía espiritual. Si empleamos nuestra energía en el miedo, empeoraremos la situación. El temor altera profundamente nuestro interior y es difícil darse cuenta de lo hondo que puede penetrar en nuestra alma.
Si sientes un temor que te obsesiona, trata de analizarlo y de enfrentarte a Él. ¡Pídele con decisión que se largue! Si dotamos de poder a nuestros miedos tornándonos supersticiosos, los bufones no tendrán otro remedio que servirse de su poder para hacer una broma. Intenta llegar a un punto en el que puedas reírte de tus miedos, y así éstos no gozarán del poder de destruir tus momentos de paz.
Si caemos en la trampa de tomarnos a nosotros mismos demasiado en serio, seremos nosotros los que más acarrearemos el peso de las bromas de los bufones. Ser una persona demasiado seria significa dar excesiva importancia a las cosas. La comedia satiriza los compartimientos demasiado formales y ésta es precisamente la ventaja que posee. La excesiva seriedad es también un ardid en el que caemos cuando pensamos que lo hacemos todo bien y en realidad somos nosotros mismos el objetivo de la broma.
A los bufones cósmicos también les encanta jugar con la trampa de los prejuicios y de las expectativas, sea cual sea el modo en que se manifiesten. Estos prejuicios pueden ser referentes a la raza, religión, sexo, profesión o incluso puede ser que poseas alguno del que no te hayas percatado. Sea cual sea nuestro prejuicio, será el objeto no vedado de los bufones cósmicos. Por ejemplo, si tiene prejuicios hacia una raza humana en concreto, los bufones intentarán que un hijo tuyo se case con una persona de aquella raza. O si sufres una experiencia trágica, una persona que predica una religión que tú no respetas te salvará a ti o a tu hijo del peligro.
La lección es muy simple: ¡no juzgues!, cada situación con cada ser humano acontece de la forma en que acontece, por lo tanto, espérate lo inesperado o deja de elucubrar para así conseguir todos tus propósitos.
Si estás obsesionada con algo o con alguien, estás buscando problemas. La obsesión es una seducción de tu mente hacia algo que deseas o que temes. Has valorado de una manera irreal la importancia que le has conferido a este objeto pesado o temido. Es posible que te acosen pensamientos obsesivos a lo largo del día, pero lo más importante es no olvidar que toda obsesión perturba la paz. Los bufones cósmicos sólo lo empeorarán confundiéndote con signos e indicaciones negativas sobre el objeto de tu obsesión.
Las obsesiones pueden llegar a afectarte tan negativamente que debas requerir asistencia profesional. A veces la obsesión llega a ser tan tremenda que ni siquiera nosotros mismos nos damos cuenta de la ayuda que precisamos. Nosotros solos podemos liberarnos de las obsesiones cotidianas más comunes, simplemente dependiendo del sentido de humor que le dediquemos al comportamiento obsesivo. Si la obsesión se convierte en una encerrona, intenta remitirte a la simplicidad. Alivia la obsesión: ¿a quién le importa si has cerrado la puerta con llave o no lo has hecho? Y, si estás preocupada, envía unos cuantos Ángeles a tu casa. Si estás obsesionada con otro ser humano libérate de él o ella; si él o ella vuelva a ti, entonces guíate por tus normas.
Los bufones son bastante imaginativos cuando juegan con los seres humanos “bajo la influencia”. Quizás estemos bajo la influencia de sustancias químicas, por ejemplo LSD, alcohol, tranquilizantes, ansiolíticos o con disminución sensorial, falta de sueño o una mala alimentación.
Cuando pasamos a un estado de alteración de la conciencia, entramos en el territorio de los bufones cósmicos. Estos se convierten en personajes de una película y lo hacen, no necesariamente con el fin de divertirte sino para escogerte de protagonista. Te encontrarás participando en una película de ciencia ficción, junto a seres extraños, o en una de terror con demonios y monstruos. O quizás te den el papel del rey del tiempo y del espacio o el de un místico espiritual que posee consciencia del cosmos y que se identifica con toda cosa creada. Estas películas parecen reales, pero fíjate bien en quienes son los directores y los productores.
Estos son los bufones cósmicos, los que te obligarán a escenificar tus fantasías y tus miedos hasta que parezcan reales. De todas formas, tarde o temprano llegará un momento en que te hartarás de ser el héroe de historias épicas y desearás volver a la realidad. Te habrás dado cuenta de que ya tienes bastante con las lecciones que estos extraterrestres y personajes oscuros te están impartiendo. ¡Bienvenido al principio!, todo esto ha sido una broma. Tú no eres nadie más que tú, ni el rey del tiempo, ni el del espacio, ni la víctima de extraterrestres y monstruos, sino que eres simplemente el mismo ser tan bueno como era antes. Todo está bien; ahora ya estás de vuelta y eres el director de tu propia película (con tu Yo Superior de productor); dispones de muchas historias que contar sobre otros mundos y muchas imágenes que mostrarnos.
Hay personas a las que se le han aparecido los bufones cósmicos. Es inusual, pero puede ocurrir. Sólo acontece cuando se experimenta un pavor muy profundo. Ver la imagen de un demonio o de un fantasma es terrorífico y provoca que este horror aumente. El miedo colma de poder a estos seres, o sea, que si alguna vez te encuentras con uno de ellos, concéntrate, respira hondo y pídele a él y al terror que se marchen. Intenta aliviar el miedo refugiándote en algo que consideres sagrados. Los cristianos, por ejemplo, utilizan el nombre de Jesús o la imagen de una cruz. Es muy efectivo repetir tres veces la oración al arcángel Miguel (se da por separado)
El único motivo de añadir este capítulo de los bufones cósmicos es porque existen más personas de lo que uno cree, que han experimentado estas travesuras. También es importante remarcar el gran poder que tiene un modelo de pensamiento negativo en las situaciones de desesperación. No es de suma importancia si las personas pueden ver u oír verdaderamente a los bufones cósmicos o si es simplemente su imaginación la que los crea. Lo que es realmente importante es la angustia y el temor que les ha llevado a esta situación.
El amor incondicional es la única y verdadera sanación para cualquier posible cosa de carácter negativo. Si no encuentras este amor en ti misma ni en otras personas, búscalo en Dios y en los Ángeles, pues si les abres tu corazón, nunca te decepcionarán. Te enseñarán a amarte incondicionalmente y en consecuencia atraerás amor del mundo entero que te rodea.
EL ÁNGEL DE LA MATERIALIDAD Y LA TENTACIÓN
La condena de la materialidad es uno de los peligros del camino espiritual, debido a que algunas personas piensan que pueden acelerar el proceso del despertar al renegar de las cosas de este mundo. En realidad, lo que hacen es intentar escaparle a la vida, pretendiendo que todas las cosas del “afuera” son sólo una ilusión y que, por lo tanto, no son reales. Esto, con frecuencia, conduce a una conciencia de separación, de “estar en el espacio” y a cierto grado de inconformidad negativa, lo cual hace que la persona se vuelva esencialmente inútil para ser un verdadero servidor que ayude a satisfacer las necesidades del mundo.
Todos nosotros somos individuos divinos que provenimos del reino de la Luz, pero no debemos pasar por alto la Realidad de que hemos entrado en una encarnación física en la tierra para experimentar la forma, para desprendernos más rápidamente del karma, para acelerar el proceso del despertar y para gozar de la vida mientras hacemos todo lo anterior. Pongamos, simplemente, que somos seres espirituales que hemos adoptado una forma física para vivir en un mundo material sólo para la alegría de hacerlo. Algunas veces olvidamos la última parte de esta frase.
Durante un sueño este Ángel manifestó lo siguiente:
Vive y muere sólo por la alegría de hacerlo. Fuera de eso, no hay nada realmente importante.
Juega más, sólo por la alegría de hacerlo; ama más y haz más el amor, sólo por la alegría de hacerlo. Acaricia, abraza y besa a quien es la luz de tu vida, sólo por la alegría de hacerlo. ¿Por qué mirar hacia atrás con arrepentimiento?
Ríe y haz tonterías y canta y baila; sólo por la alegría de hacerlo, como si fueras un niño sin ninguna preocupación, porque realmente no existe el mañana, sólo el hoy.
Sé anticonvencional e inconformista, un poco loco, sólo por la alegría de serlo. Sé un yo alegre y jubiloso y mira al mundo como algo divertido, sólo por la alegría de hacerlo. Independientemente de lo que pueda suceder, pues eso sucederá, sólo por la alegría de hacerlo.
Confía en la Presencia y en el Poder de Dios, sólo por la alegría de hacerlo. Entrégate a la actividad de Dios en todos los aspectos de tu vida, sólo por la alegría de hacerlo.
Todo lo que hagas en tu vida, hazlo sólo por la alegría de hacerlo, pues no hay ninguna otra cosa que sea realmente importante.
El mensaje sonaba como si proviniera de alguien que realmente gozara jugando y bailando con las ninfas (Pan).
“Ser en” este mundo es realmente mucho más que sólo estar sobre la tierra y olvidarse de nuestras responsabilidades y también, por cierto, significa bastante más que bailar con la música que está sonando en ese momento. Es también más que “ir tirando” y conformarse con las esperanzas, y bastante más que sólo existir y esperar la muerte o la venida de tiempos mejores.
Significa estar plenamente vivo y vivir dinámicamente, con interés, aspiraciones y sentido de aventura, mientras tenemos esta forma física. Emerson dijo: “Creo en la existencia del mundo material como expresión del mundo espiritual… las leyes de ambos mundos son una sola cosa”. Y Jesús, por cierto, no negó de ninguna manera Edmundo de la forma y de la experiencia. Por el contrario, gozaba con los festivales y las fiestas y con la compañía de hombres y mujeres, amaba la tierra, las montañas y el mar. Apreciaba la soledad del desierto y el clamor de las multitudes y trabajaba incansablemente en los pueblos y en las ciudades. Para “ser” completamente de acuerdo “con el programa” de este mundo, incluso pagaba sus impuestos.
Estamos de acuerdo en que somos seres espirituales que han asumido una forma física y que tenemos nuestros pies sobre la tierra y nuestra cabeza en los cielos – nuestra mente, hasta cierto punto al menos, está centrada en la realidad espiritual-. Una parte de nosotros se asienta en la tercera dimensión, mientras que la otra está volando en la cuarta dimensión, sin embargo, no estamos completamente atascados en la materialidad, ni navegamos, completamente libres en la espiritualidad.
Nuestro verdadero estado de existencia es estar entre dos mundos, en lo que se ha llamado la tierra ardiente, donde el fuego del Yo Divino está transmutando la naturaleza inferior. Jesús nos dio la escena adecuada para esta experiencia en los días que pasó en la soledad del desierto y las tentaciones con que fue probado por el “Diablo”.
Los antiguos llamaban a este período el Tiempo de la Tentación, que no era otra cosa que una experiencia de iniciación que incluso podía durar toda la vida, en caso de que el discípulo se mostrara reticente a desprenderse del no-yo. Si lograba pasar las pruebas, el individuo estaba listo para la infusión de la naturaleza superior y de la conciencia de su unidad con el Espíritu.
¿En qué consistían estas pruebas y quienes se ocupaban de dirigirlas? En las antiguas escuelas, se trataba de exámenes de la conciencia personal de cada individuo, preguntas destinadas a comprobar si el estudiante estaba o no listo para pasar al siguiente nivel de iniciación. El encargado de dirigir esas pruebas era uno de los maestros principales, al que con frecuencia se lo llamaba Janus. “Janus, JAY nus, era, en la mitología romana, el Dios de las puertas y las entradas. Y, debido a que cuando una persona ingresa a algún lugar nuevo pasa simbólicamente a través de una puerta, Janus se convirtió en el Dios del comienzo de las cosas”.
Con el correr del tiempo, este “monitor espiritual” llegó a ser conocido como el Diablo, Satán y Lucifer. Diablo proviene de una palabra griega que significa “calumniador” o “difamador”, es decir alguien que se ocupa de hacer falsas afirmaciones por medio de la palabra hablada y así podemos llegar a pensar que parte de los exámenes incluían afirmaciones erróneas que debían ser desmentidas por el estudiante. Por su parte, Satán proviene de un vocablo hebreo que significa “adversario” y los maestros podían muy bien asumir ese papel para estimular la memoria de los estudiantes. Lucifer, finalmente, proviene de una palabra latina que significa portador de luz, lo cual, ciertamente, representa el poder de iluminación del maestro y tutor espiritual.
Antes de ir al encuentro del Ángel de la Materialidad y la Tentación, echemos una mirada a los puntos sobresalientes de sus enseñanzas básicas:
Como dijimos antes, somos seres espirituales que habitamos en un mundo físico. Provenimos de la cuarta dimensión y la mayor parte de nuestro ser se ha quedado en ese nivel, mientras que nuestras mentes, nuestras emociones y nuestro cuerpo físico se han extendido en la tercera dimensión.
Nuestro objetivo consiste en disfrutar de la experiencia en el plano físico, sin quedar atrapados en el pantano de la materialidad. Esto significa que tenemos que “vivir, amar, reír y ser felices” sin las ataduras emocionales del miedo, la culpa, la codicia y la tristeza. Nuestro papel en este mundo es tener todas las cosas sin poseer ninguna – gozar de la abundancia del dinero sin preocuparnos por “hacer dinero”, obtener correctamente nuestro sustento sin hacer de ello una forma de vida, alcanzar la plenitud sin centrarnos en el cuerpo, tener buenas relaciones sin afectos emocionales egoístas.
Tenemos que saberlo todo, reconociendo, al mismo tiempo, que no sabemos nada, tenemos que hacerlo todo comprendiendo que no estamos haciendo nada. Tenemos que llegar a quedar materialmente satisfechos sin ser espiritualmente complacientes, tenemos que amar las acciones justas, pero sin llegar al fanatismo, y tenemos que hacer frente a nuestras responsabilidades sin exagerar nuestro sentido personal del deber.
En este, en esencia, consiste el vivir sobre la tierra como testigos para que el Reino, el Poder y la Gloria del Dios-Yo aparezcan como formas y experiencias, sin dedicar ningún pensamiento a las necesidades de la naturaleza inferior. ¿Es una tarea difícil? Por supuesto, y esa es la razón por la que disponemos de las vibraciones de un poder particular, que opera en nuestro campo de energía para ayudarnos a recorrer nuestro camino.
En las enseñanzas de los colegios de Misterios se consideraba que este Ángel no sólo era un examinador, sino un protector que tomaba a su cargo al discípulo para ayudarlo a lo largo de su camino, pues iba, permanentemente, comprobando y midiendo el crecimiento de su conciencia y, cuando era necesario, insuflaba ideas de discreción y precaución en la mente del individuo, capacitándolo para transitar por el filo de la materialidad, al tiempo que mantenía dentro de sí la conciencia de la Causa. De otra manera, el aspirante podía caer en las hipnóticas garras de un profundo materialismo.
Si, para estimular un nivel más amplio de comprensión, se hace necesario experimentar una determinada enseñanza, este Ángel puede “tentar” a la conciencia, para demostrar su poca efectividad y los peligros del orgullo espiritual, del complejo de creerse un salvador, del confiar en una verdad no comprendida para corregir una situación o condición exterior, o del lanzarse a buscar los tesoros del mundo a través de las manipulaciones y maquinaciones del ego.
El Ángel de la Materialidad y la Tentación trabaja con nosotros para revelarnos nuestras limitaciones personales, para que, viéndolas podamos volver a concentrarnos en la única Presencia y el único poder que nos habita. Es la energía que nos capacita para que, llenos de comprensión, podamos decir: “Estoy vivo, pero no soy yo el que vive, sino que es Cristo el que vive en mí”. Es el conocimiento de que el YO SOY es algo superior al “yo mismo” y el dejar que lo que YO SOY viva a través de nosotros, como si fuéramos nosotros.
Cuando la energía de este Ángel se encuentra bloqueado – debido, por lo general, a que estamos completamente concentrados en los efectos y en las fluctuaciones entre el deseo abrumador de poseer cosas y el exagerado temor a no tenerlas – los individuos pueden volverse extremadamente obsesivos. Viven sólo en el mundo del deseo, con una mente muy estrecha y poca fuerza de carácter.
Pide a tu Espíritu Santo que te lleve al encuentro de este Poder Causal, o, si ahora te sientes cómoda trabajando con los Ángeles en el plano interior, simplemente llama al Ángel y ponte en contacto con él, como si fuera un amigo especial. Recuerda que el Ángel funciona como “un sistema de alarma” para ayudarte a mantener tu cabeza en el reino espiritual mientras tus pies se encuentran ente la suave resaca de las deliciosas experiencias en el plano físico. Cuando hayas aprendido de las pruebas a las que el Ángel habrá de someterte, tú, con tu protección, podrás vadear las peligrosas aguas del materialismo y serás elevada hacia la Montaña Sagrada.
Finalidad: Ayudarnos a “mantener los pies sobre la tierra” hasta estar listos para despertar a la cuarta dimensión de la conciencia, resguardarnos de la posibilidad de preocuparnos exageradamente de los efectos.
Rasgos negativos que pueden presentarse a partir de las proyecciones del ego: persona obsesiva, dominada por sus deseos y, sin embargo, con poca fuerza de carácter, estrecha de mente y extremadamente violenta.
Su energía resulta bloqueada debido a: la preocupación casi exclusiva por el mundo de los efectos; un estado de ánimo que fluctúa entre sentirse agobiado por el deseo de tener cosas y sentirse agobiado por el miedo a no tenerlas; la incapacidad para estar solo e indiferencia ante la meditación.
EL ÁNGEL DEL PODER
Todos nosotros tenemos el Poder de crear cosas y mundos, mediante el uso de nuestros pensamientos y palabras, es el Poder Divino que tenemos el libre albedrío de usar para bien o para mal.
El ser humano es el cuerpo celeste más grande que nunca existió. Todos los cuerpos celestes son células en el universo, pero el hombre, el ser humano, es espíritu infinito en grandeza. Porque nace de la energía incomparable y desconocida que puede alcanzar al Creador supremo con la inmensidad de su creación.
Las palabras son energía tan poderosa que crean mundos y dicen que si pronuncias nada, nada será. Que si dices así será, así pues será. Se aconseja que todas tus afirmaciones siempre las hagas en forma presente, ya que para los Ángeles el tiempo futuro no existe. Si además hay algo que desea que nunca te vuelva a suceder, afírmalo en tiempo pasado con la aprobación de tu Ángel Guía para que en paz se retire de causa o el motivo de esa circunstancia y no vuelvas a experimentarla.
Hay algo en el hombre que trasciende a la personalidad finita, expresión de su ego, y eso es el amor. Por esta razón del Ángel del Poder se asemeja al Ángel del Amor. El aspecto a veces iracundo y terrible que puede tener el Ángel del Poder se debe únicamente a nuestros temores y a nuestra ignorancia.
¿Por qué el hombre no disfruta casi nunca del poder que está en su interior? La respuesta es que queremos poder y no queremos responsabilidad. En un nivel terrestre, poder y responsabilidad son dos cosas separadas, pero a un nivel angélico son una única y misma cosa.
Se ha dicho que vivir es responsabilizarse. Vivir sin responsabilidades es ser vivido. Desde luego que hay muchas cosas con las que no tenemos nada que ver y de las cuales no queremos ni podemos responsabilizarnos; pero de una cosa sí somos responsables, y es de cómo respondemos a la vida, al destino, a lo que se nos ofrece, a las circunstancias que nos ha tocado vivir.
Cuando somos conscientes de que somos los artífices de nuestro propio destino, nos damos cuenta del Poder que mora en nosotros.
El Verdadero Poder, es simplemente energía, una energía indescriptible que procede directamente de nuestro Yo Superior, que se confunde con el Ángel del Poder. conectar con el Ángel del Poder no nos servirá para manipular a los demás siguiendo los caprichos de nuestro ego; es, al contrario, una responsabilidad que nos obligará a manifestar la plenitud de la presencia angélica en nuestras vidas.
Te propongo que:
Siéntate en un lugar tranquilo y en el que estés segura de que nadie te va a molestar. Desconecta el teléfono.
Cierra los ojos y pregunta a los Ángeles que, aunque no los veas, te están rodeando: ¿Qué es el Poder?
Es posible que escuches al menos dos voces. Una te dirá que el Poder es fuerza, dominio, voluntad y te exhortará a que seas más fuerte y dominante, o a que desarrolles tu fuerza de voluntad. Se trata de un Ángel impecable, fuerte, impresionante. Aunque te deslumbre, no le hagas caso; es un demonio disfrazado de Ángel, es el demonio del poder. Invítale a que desaparezca.
La otra voz quizás te diga algo que has escuchado muchas veces: querer es poder. Y realmente es así: amar es poder. El verdadero Poder, capaz de cambiar destinos, reside en el Amor. Deja que todo tu ser sea penetrado por la fuerza transformadora del Amor. Permite que tus células se llenen de Amor, que tu corazón se sienta lleno de calor y gozo. Disfruta de esa maravillosa sensación de libertad y felicidad que proporciona el Amor, el Verdadero Poder.
Finalidad: gran energía y determinación, fuerte capacidad de decisión que, frente a todas las situaciones, confía en la voluntad de Dios.
Rasgos negativos que pueden presentarse a partir de las proyecciones del ego: arrogancia, condescendencia, egoísmo, carácter vano, y pretencioso.
Su energía resulta bloqueada debido a: el orgullo espiritual, la idea de que “tengo el poder” y los demás no; el temor consciente a la voluntad divina, y, a partir de allí, la incapacidad para entregarse totalmente al Espíritu.
PROGRAMACIÓN ANGÉLICA Nº. 35
Medidor de Esperanza
La esperanza es un valor; es uno de los valores más importantes. Cuando ignoramos la esperanza, sentimos que estamos en medio de aguas turbulentas, pero cuando nutrimos la esperanza y creamos situaciones donde ésta pueda alimentarse, la vida se convierte en una navegación apacible.
Cuando nos concentramos en todos los males e infortunios salidos del cántaro de Pandora, perdemos temporalmente la esperanza en el futuro. Estos males, como la codicia y las calumnias, corrompen casi todos los rincones de nuestra sociedad. La codicia encarcela a los hombres y las mujeres de Dios, y la codicia de los grandes negociados está destruyendo la Madre Tierra. La codicia nos acecha a la vuelta de cada esquina, por lo que nuestra es la decisión de mantener viva la esperanza en el corazón y de crear el futuro para el mayor bienestar de todos.
No es fácil mantener viva la esperanza en especial cuando se vive con los ojos abiertos, pero los objetivos importantes no siempre son fáciles.
Para crear un medidor personal de esperanza, tengamos a mano nuestro diario o un anotador. Primero, crearemos un fondo fiduciario de esperanza, en el que incluiremos situaciones y cosas que nos dan esperanza.
Comencemos a pensar en la esperanza, lo que significa para nosotros, y en los elementos de nuestra vida que alientan la esperanza. Por favor, no generes un fono de lo que la desalienta – un cántaro de Pandora personal – porque no vale la pena. Permíteme recordarte que no bases demasiada esperanza en otras personas. En otras palabras, no esperes que alguien venga a rescatarte; créeme, no es esto lo que tu quieres.
Tengamos esperanza en confiar en los Ángeles y en nosotros en cualquier situación. Vamos a inaugurar el fondo de esperanzas; podemos depositar más cosas posteriormente a medida que crezcan nuestros recursos.
Para crear el medidor de esperanza, vamos a dibujar una figura simple que represente un medidor. En un extremo escribimos la palabra ESPERANZADO, y en el extremo opuesto escribimos la palabra DESESPERANZADO. En el medio escribimos NEUTRAL. Vamos a controlarnos con el medidor todos los días. Cuando la esperanza sea baja vamos a hacer un retiro del fondo de esperanzas.
Por ejemplo, podemos leer un capítulo de un libro, ir al parque para ver jugar a los niños, ver una película inspiradora, visitar a amigos divertidos y hablar de lo que sucede con la esperanza de ellos, o simplemente quedarnos sentados en paz y pedirles a los Ángeles que nos traigan algo de esperanza. La esperanza es un instinto de supervivencia, especialmente en los días que corren
Cuando nos concentramos en todos los males e infortunios salidos del cántaro de Pandora, perdemos temporalmente la esperanza en el futuro. Estos males, como la codicia y las calumnias, corrompen casi todos los rincones de nuestra sociedad. La codicia encarcela a los hombres y las mujeres de Dios, y la codicia de los grandes negociados está destruyendo la Madre Tierra. La codicia nos acecha a la vuelta de cada esquina, por lo que nuestra es la decisión de mantener viva la esperanza en el corazón y de crear el futuro para el mayor bienestar de todos.
No es fácil mantener viva la esperanza en especial cuando se vive con los ojos abiertos, pero los objetivos importantes no siempre son fáciles.
Para crear un medidor personal de esperanza, tengamos a mano nuestro diario o un anotador. Primero, crearemos un fondo fiduciario de esperanza, en el que incluiremos situaciones y cosas que nos dan esperanza.
Comencemos a pensar en la esperanza, lo que significa para nosotros, y en los elementos de nuestra vida que alientan la esperanza. Por favor, no generes un fono de lo que la desalienta – un cántaro de Pandora personal – porque no vale la pena. Permíteme recordarte que no bases demasiada esperanza en otras personas. En otras palabras, no esperes que alguien venga a rescatarte; créeme, no es esto lo que tu quieres.
Tengamos esperanza en confiar en los Ángeles y en nosotros en cualquier situación. Vamos a inaugurar el fondo de esperanzas; podemos depositar más cosas posteriormente a medida que crezcan nuestros recursos.
Para crear el medidor de esperanza, vamos a dibujar una figura simple que represente un medidor. En un extremo escribimos la palabra ESPERANZADO, y en el extremo opuesto escribimos la palabra DESESPERANZADO. En el medio escribimos NEUTRAL. Vamos a controlarnos con el medidor todos los días. Cuando la esperanza sea baja vamos a hacer un retiro del fondo de esperanzas.
Por ejemplo, podemos leer un capítulo de un libro, ir al parque para ver jugar a los niños, ver una película inspiradora, visitar a amigos divertidos y hablar de lo que sucede con la esperanza de ellos, o simplemente quedarnos sentados en paz y pedirles a los Ángeles que nos traigan algo de esperanza. La esperanza es un instinto de supervivencia, especialmente en los días que corren
No hay comentarios:
Publicar un comentario