• Coventina Diosa Britanica.

    De Carlos Javier Bermudez Gonzalez en AMIG@S DE LA GORSEDD CELTA DE LA MAGIA · Editar documento
    Coventina Diosa Britanica.
    Quizás la más importante diosa del agua desde el norte de Gran Bretaña fue Coventina cuyo culto, como el de Sulis, se concentró en un sitio particular, Carrawburgh, en la Muralla de Adriano. Su nombre es celta, que era el espíritu personificado de un manantial que brotaba de la tierra para alimentar a una piscina. La identidad de esta agua-alcohol se conoce de las dedicatorias escritas para ella, que llevan su nombre. Coventina no era exclusiva de Gran Bretaña: no hay evidencia de que los devotos adoraban a la diosa en el noroeste de España y en Narbona en el sur de la Galia.

    En alrededor del año 130 ingenieros que figura la primavera y el bien dentro de un cuadrado con paredes de piedra recinto. Su primer uso fue como una cisterna funcional, pero poco después se convirtió en impregnada de significado religioso, como los constructores de Vallum dio paso a los soldados con las supersticiones celtas y creencias con respecto a los resortes. La moneda de la evidencia del pozo indica que el culto Coventina alcanzó su máxima popularidad gradualmente, el mayor nivel de actividad ritual que tiene lugar durante el segundo tercio el año a finales y principios de siglos. En el siglo IV el culto ya estaba decayendo. Hay evidencia, sin embargo, que en el siglo IV devotos Coventina reaccionó ante el Edicto de Teodosio de AD 391, en la que los ritos paganos fueron declarados ilegales y los templos cerrados, tratando de ocultar y proteger su santuario, la colocación de construcción de piedras en la parte superior de la el pozo y sus ofrendas.

    ¿Qué sabemos de la naturaleza Coventina, su culto, el ritual y Dedicantes? Los muchos dones votivos y altares inscritos dan testimonio de su importancia. Su alto rango se indica con títulos como "Sancta" (Santo) y "Augusta" (Reverenciado), que son raros para que no sea diosas romanas del Estado. Coventina se representa en algunos de sus altares y sus imágenes de manera inequívoca que es de un agua-espíritu. Su iconografía le debe mucho a grecorromanos representaciones de las ninfas, y de hecho una inscripción que es "a la Coventina ninfa." Sin embargo, el tratamiento artístico está estilizado y un poco esquemática, traicionando indígenas influencias celtas y los gustos. En una piedra, la diosa se muestra recostado sobre las olas golpeando contra un banco, agitando una hoja de nenúfar en una mano, el otro brazo apoyado sobre una jarra de agua que fluye. En otro relieve un triple diosa del agua se representa: esta forma triádica es digno de mención ya que cerca Coventina estaba el pozo de un santuario dedicado a las ninfas, que con frecuencia son retratados como una tríada en el arte clásico, y algunos estudiosos sostienen que la imagen de triple encontrado en el pozo, de hecho, representa a las ninfas en lugar de un Coventina triplistic. Pero dado que la piedra fue encontrada en el propio bien y ya que una dedicación a su Coventina equivale a una ninfa, no veo ninguna razón para dudar de esta imagen como una de la diosa, tal vez triplicado para aumentar el simbolismo de la predilección de talla y reflexiva del Celtic de triplicando las deidades del bienestar (ver más abajo).

    Podemos tener una idea sobre la naturaleza del culto Coventina al observar las ofrendas votivas y otros materiales encontrados en o cerca del mismo bien. Estas se dividen de manera bastante pronunciada en dedicatorias de piedra y objetos pequeños como monedas y joyas. Más de 16.000 monedas fueron ofrecidos a la diosa y arrojado en el pozo - un mayor nivel de actividad ritual por año que se refleja en el baño, donde el culto era activo durante un período mucho más largo. Muchos anillos, broches y otras baratijas fueron lanzados al agua, junto con una placa delgada de bronce en forma de un caballo y una serie de pequeñas máscaras de bronce de los rostros humanos. También había objetos de hueso, vidrio, plomo, cuero, azabache y la pizarra en el sitio, muchos de los cuales probablemente eran ofrendas votivas, aunque algunos de los vasos pueden haber sido utilizados en el agua rituales asociados con el culto. Algunos de los altares se habían depositado en el pozo, un hecho curioso y que aparentemente refleja dos actividades distintas: algunas piedras fueron colocadas con cuidado en el agua, mientras que otros fueron aparentemente destruye ritualmente.

    El hecho de que Coventina era un manantial de la diosa parece sugerir que era un curandero-deidad. Sin embargo, hay muy poca, si alguna, evidencia directa, a partir de los propios ofrendas, para tal función. Las dedicatorias inscritas no son específicos, y sólo unas pocas de las pequeñas ofrendas son particulares a un culto de curación.Pines son una característica de muchos santuarios curativos, entre ellos el de Asclepio en Epidauro, pero sólo dos provienen de Coventina el pozo. Es posible que las máscaras pueden representar las cabezas de los peregrinos enfermos que requieren una cura, pero no hay evidencia firme para ello. La figura de un perro que supuestamente encontrado en este caso parece reforzar la identificación de Coventina como sanador, pero hay algunas dudas en cuanto a la seguridad de la procedencia del perro Carrawburgh. Uno de los altares de la también lleva una dedicatoria a Minerva y, consciente de Sulis Minerva, en el baño, esto puede indicar una conexión terapéutica para el culto del Norte británico. Pero la razón principal para vincular Coventina con la curación es el propio muelle. La conexión entre los muelles, los cultos curativos y diosas es lo suficientemente fuerte, especialmente en el mundo celta, para hacer una función curativa para Coventina lo menos probable, aunque no era su única, ni siquiera principal de ella, la preocupación. Lindsay Allason-Jones sugiere que ella pudo haber sido un "todo terreno" diosa, un protector benéfica contra todos los males que aquejan a la humanidad. Que tenía una dimensión infernal es sugerida por la oferta de calzado de cuero (señaló también en el baño), que a menudo se encuentran en el romano-británica tumbas (Curbridge en Oxfordshire es un ejemplo) y que puede simbolizar el viaje al otro mundo. El fragmento de un cráneo humano encontrado en el pozo es poco probable para representar cualquier práctica ritual siniestro, sino más bien un entierro respetuoso de un trozo de un cuerpo humano, tal vez encontrado por los devotos y se coloca en el agua para dar al alma un paso fácil a la otra vida .

    Sabemos un poco sobre los suplicantes que vinieron a adorar y pedir favores en el santuario de Coventina. Un punto de interés es que los altares fueron dedicados por particulares y no hay evidencia de la adoración colectiva u oficial. Las inscripciones sugieren que Dedicantes provino principalmente de las provincias galas y alemán, y la mayoría tiene que se han asociado con el ejército: una de las imágenes de la diosa era el regalo de un prefecto de una cohorte de bátavos. La impresión de los altares inscritos es que la mayoría de los hombres de Dedicantes eran, pero esto puede no reflejar la verdadera imagen, ya que se podría esperar más hombres que mujeres que han poseído la riqueza y el estatus que les permita a dicha Comisión las ofertas relativamente costosos . Los otros regalos - monedas y joyas, por ejemplo - no ofrecen pistas sobre las que el sexo se sienten más atraídas al culto de Coventina.

    Prácticamente nada se sabe con certeza acerca de las actividades rituales de los visitantes a Coventina Bueno, aparte de la clara evidencia de calidad en las ofrendas a la propia agua. Pero tal vez podamos prever la súplica a la diosa, las oraciones, votos, propiciación, para acompañar la entrega de regalos. Tal vez los peregrinos enfermos bañado en o bebió el agua pura, para ganar algo de la esencia de la diosa. Los huesos de los animales desde el pozo (que se encontraron durante la investigación original, pero, por desgracia, no guardaron) puede reflejar la fiesta, el sacrificio o ambos.

    Fuente:  diosas celtas: Guerreros, Vírgenes y Madres . de Miranda Green, publicado por el British Museum Press en 1995.