LAKSHMI
FLUIR CON LAKSHMI
Para este ejercicio necesitas papel y bolígrafo. Haz una lista de todo lo que tienes en tu vida. Cuando la hayas terminado, siéntate o acuéstate, con la columna vertebral recta y cierra los ojos. Respira profundamente. Cuando vuelvas a inspirar, siente como inhalas una energía dorada y un dulce aroma. Cuando exhales, siente como esa energía circula por todo tu cuerpo. Hazlo de nuevo y visualiza la entrada de un túnel. Entra en ese túnel, es un lugar agradable y bien iluminado. Siente como, a medida que te sumerges en él, te vas notando más y más relajada.
Al final del túnel, un sendero te lleva a un estanque de lotos. En la orilla, hay cojines, vestidos exuberantes y joyas exquisitas. Ponte los vestidos y las joyas y siéntate en los cojines. Aparecen manjares y bebidas, como de una fuente inagotable. Cuando te sientas cómoda y estés dispuesta, mira hacia el estanque. En ese momento ves abrirse, en medio del estanque una
enorme flor de loto, de la que emerge Laksmi en todo su esplendor. La diosa te pregunta por tu lista y tu se la entregas. Le das las gracias por la abundancia que hay en tu vida y le pides abundancia en aquellos aspectos en los que tienes necesidad. Ella te pide que le des un símbolo físico tangible que encarne ese aspecto de tu vida y mientras se los das, sientes una abrumadora sensación de alivio. Tu sabes que la diosa se va ha ocupar de ese aspecto de tu vida.
Es hora de volver. Te despide de Lakshmi y le das las gracias y ella te dice que puedes quedarte con los vestidos y las joyas y, mientras habláis, los vestidos y las joyas se disuelven pasando a ser parte de ti, de forma que sigues sintiéndote que estas bellamente ataviada. Emprendes el camino de regreso al túnel y regresas por él. Sales del túnel y respiras profundamente, vuelves a respirara y al espirar, abres los ojos.
Es hora de volver. Te despide de Lakshmi y le das las gracias y ella te dice que puedes quedarte con los vestidos y las joyas y, mientras habláis, los vestidos y las joyas se disuelven pasando a ser parte de ti, de forma que sigues sintiéndote que estas bellamente ataviada. Emprendes el camino de regreso al túnel y regresas por él. Sales del túnel y respiras profundamente, vuelves a respirara y al espirar, abres los ojos.
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