• Mary Lorenzo

  EOSTRE
  CRECIMIENTO
  
  Siéntate con la espalda recta y cierra los ojos. Inspira profundamente mientras cuentas hasta 6, reten el aire contando hasta 6 y exhala contando hasta 6. hazlo 3 veces. Relájate y luego elige una planta. Puedes elegir una que ya conozcas o una imaginada. Tú eres la semilla de esa planta y han sido, las manos de un ser humano o el soplo del viento, los que te han depositado en el seno de la Tierra. Has permanecido dormida en unas condiciones ideales para que ahora empiece tu ciclo de crecimiento. Ha llegado el momento de despertar y crecer, tú vibras y te estremeces y empiezas a expandirte. Tus movimientos y tu crecimiento te llevan a romper suavemente tu cáscara y ahora ya puedes tomar todo lo que necesites para crecer.
  Absorbes la humedad de la tierra y extraes todo 

  aquello que te nutre. Empiezas a lanzar tus raíces a la centro de la tierra. Después comienzas a extenderte hacia arriba, respondiendo a la luz y al sol, y haces brotar tus primeras hojas. Sigues creciendo y extiendes tus ramas. Sigues creciendo cada vez más y tus raíces son cada vez más profundas. Creces nutriéndote de tu entorno y continúas con la danza de tomar y crecer, inspirando y expirando, mientras sigues desarrollándote y convirtiéndote en quien eres.
  Mantén esa imagen de inspirar (tomar lo que necesitas) y espirar (expandirte y crecer) tanto tiempo como necesites. Luego inspira profundamente y deja salir el aire lentamente mientras regresas a tu cuerpo humano. Cuando te sientas preparado, abre los ojos.

  

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  Mary Lorenzo

  DURGA
  EL CÍRCULO SAGRADO DEL YO
  
  Siéntate con la columna recta y cierra los ojos. Crea un círculo en torno a ti de cualquier material que te haga sentir seguro y protegida. El interior del círculo puede ser tan grande o tan pequeño como desees o necesites.
  Llena el circulo de cualquier cosa que te alimente, colores, flores, plantas, animales, cristales, lo que quieras siempre que te de apoyo y amor. Es un espacio privado, no lo llenes de personas. Unas veces el círculo será más grande o más pequeño en función de lo que tú sientas que necesitas. Los materiales podrán ir cambiando en función de ti, el círculo del yo es flexible y se adapta a tus necesidades.
  Siéntate dentro del círculo sagrado del yo hasta que sientas que tus límites están en el lugar que les corresponde, listos para protegerte y alimentarte. Cuando lo creas oportuno, abre los ojos y vuelve al presente. Para reactivar el circulo, lo único que tienes que hacer es detenerte, cerrar los ojos, respirar profundamente y visualizarlo, percibirlo o sentirlo a tu alrededor.

  

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